TEMPE, Arizona - Ningún receptor en las Grandes Ligas estuvo detrás del plato para más partidos el año pasado que el puertorriqueño Martín Maldonado.
En su primera temporada completa como titular, Maldonado vio acción en 137 juegos en la receptoría por los Angelinos, superando por mucho su marca anterior de 79 compromisos. Su defensa de élite demostró ser clave para los Angelinos y le valió ganarse el primer Guante de Oro de su carrera en el 2017, pero Maldonado reconoce que el aumento en la carga de trabajo fue mermando su producción ofensiva mientras avanzaba la temporada. El oriundo de Naguabo, Puerto Rico, registró porcentaje de embasarse más slugging (OPS) de .539 en la segunda mitad, muy por debajo de los .725 que tuvo en la primera mitad.
"Fracasé en la preparación física durante la campaña", declaró Maldonado. "Es algo que pensé iba a ser más fácil de lo que realmente fue. Pero este año estamos trabajando duro para crear un plan durante la temporada que me mantenga al mismo nivel durante todo el año".
Maldonado reveló que ha hablado con el preparador físico del club, Lee Fiocchi, acerca de las maneras de ajustar su rutina de ejercicios durante la campaña para prevenir una caída similar en la ofensiva en el 2018.
"Creo que la rutina que llevé a cabo en el gimnasio durante la temporada no era la correcta para mantenerme al nivel que necesitaba estar físicamente", dijo Maldonado.
La adición del también receptor puertorriqueño René Rivera podría traducirse en más descanso para Maldonado este año. Firmado por una temporada y US$2.8 millones en enero, Rivera está programado para ser reserva de Maldonado detrás del plato, donde además de aportar su gran experiencia le disminuiría la carga de trabajo a su compatriota.
"Creo que, con René, no hay duda de que podremos contar con su gran experiencia y utilizarlo de vez en cuando detrás del plato y con ello mantener a Martín más fresco a la ofensiva", manifestó el timonel de los Angelinos, Mike Scioscia. "Pero al final todo se reduce al componente defensivo que trae consigo un cátcher, y Martín tuvo un año increíble el año pasado. Por ello no diré arbitrariamente que Martín vaya a ver menos acción en la receptoría. Pero creo que quizás puede darse la oportunidad de darle esos días de descanso, lo que podría ayudarlo del lado ofensivo. Defensivamente, definitivamente demostró que era capaz de estar detrás del plato los juegos que fuese necesario".
Reserva por varios años del careta estelar Jonathan Lucroy en Milwaukee, Maldonado obtuvo su primera oportunidad como titular cuando los Angelinos lo adquirieron mediante un canje durante la temporada muerta hace un año. El puertorriqueño de 31 años de edad impresionó rápidamente a los Angelinos con sus habilidades detrás del plato, incluyendo su potente brazo, facilidad para cuadrar pitcheos y comunicación con el cuerpo de lanzadores del club.
"Está metido en el juego en todo momento", elogió el abridor zurdo Tyler Skaggs. "Es uno de esos receptores que sabes que estarán contigo pitcheo por pitcheo. En primer lugar, él siempre quiere ejecutar el pitcheo. Y, en segundo lugar, ni siquiera tengo que rechazarle la seña porque él sabe exactamente lo que quiero tirar. Todo eso se logra con una buena relación, se logra con estar en sintonía con tu pitcher y saber qué tipo de lanzamientos le está funcionando esa noche".
El talento de Maldonado quedó en evidencia en noviembre, cuando el boricua se adjudicó su primer Guante de Oro y desbancó al receptor venezolano de los Reales, Salvador Pérez, quien se había llevado el reconocimiento en cuatro temporadas consecutivas en la Liga Americana.
"Ese era uno de mis objetivos cuando arrancó la campaña", aseguró Maldonado. "Era algo que yo quería. Quería ganarlo, de igual manera que deseaba ganarme la oportunidad de jugar todos los días y demostrar lo que soy capaz de hacer. Era algo que venía deseando por muchos años"