HOUSTON - La principal adquisición ofensiva de los Astros en el 2019 quizás no sea el jardinero veterano Michael Brantley. Un Carlos Correa en salud y productivo podría ser de gran impacto para la novena de Houston, que pretende ganar la Serie Mundial por segunda vez en tres años.
El campocorto puertorriqueño, quien viene de una temporada en la que bateó .239 con 15 bambinazos y 65 carreras producidas en 110 juegos, indicó esta semana que está completamente recuperado de una lesión en la espalda que lo limitó en la segunda mitad del 2018. Correa también fue operado en noviembre para corregirle un tabique desviado que le causaba problemas respiratorios.
"Me siento de lo más bien", dijo Correa durante una visita de la caravana anual del equipo al Hospital Shriners en Houston. "Estoy al 100 por ciento. Vengo bateando casi todos los días y entrenando cinco, seis veces a la semana y mi espalda de siente de lo mejor".

Eso es una muy buena noticia para un equipo de los Astros cuyos lanzadores y receptores se reportarán a los entrenamientos primaverales en West Palm Beach, Florida, en menos de tres semanas. En diciembre, el club firmó a Brantley para reforzar la ofensiva y un núcleo joven integrado por el venezolano José Altuve, Alex Bregman, George Springer y Correa.
Correa, de 24 años, bateó .268 con un OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .832, 13 cuadrangulares y 49 remolcadas en la primera mitad de la temporada, antes en caer en un bache en la segunda mitad mientras batallaba con dolores en la espalda. Después del Juego de Estrellas, pasó seis semanas en la lista de lesionados su promedio fue de apenas .180 con dos jonrones y un OPS de .517 en 37 juegos.
Los dolores de espalda entorpecieron a Correa el año pasado hasta el punto de que cada swing le provocaba molestias y hasta le costaba caminar y dormir.
"Ahora mismo duermo bien", dijo el torpedero. "Durante la temporada no podía porque, obviamente, sabía que me estaba molestando. Es bueno irte a dormir sabiendo que estás sano".

Correa también está relajado mentalmente, lo cual es buena señal para Houston tomando en cuenta lo mucho que la lesión lo afectó psicológicamente en la segunda mitad. Cuando estuvo en salud, fungió como el cuarto bate de los Astros.
El manager AJ Hinch mantuvo a Correa como cuarto bate cuando el oriundo de Ponce regresó de la lista de lesionados en agosto antes de bajarlo al quinto puesto y eventualmente al sexto. Correa vio poca acción en los últimos 10 compromisos de la temporada regular.
"(Cuando) no estás en condiciones físicamente para salir a competir, mentalmente es agobiante", dijo Correa. "En estos momentos, me estoy sintiendo mejor que nunca. Estoy contento y entrenando por dos horas, luego salgo a batear por una ahora, y cuando me acuesto a dormir, mi espalda está en perfectas condiciones".
Debido a que los Atléticos le estaban poniendo presión en el Oeste de la Liga Americana, los Astros quizás apresuraron la rehabilitación de Correa. El torpedero está consciente de eso ahora y reconoce que jugar con una lesión de espalda debilitante no favorece a nadie.
"Tengo que dejar que sane al 100 por ciento para regresar", expresó. "Son lecciones que uno aprende. A la vez, estoy contento de que ahora mismo estoy al 100 por ciento. Estoy saludable y entusiasmado para la temporada".

Mientras Correa se prepara para el inicio de los entrenamientos primaverales, sus representantes se están preparando para su caso de arbitraje contra los Astros. Correa, quien es elegible para el arbitraje salarial por primera vez, está pidiendo US$5 millones en el 2019; el club le ha ofrecido US$4.25 millones. La audiencia de arbitraje está programada para el 31 de julio, indicó el boricua.
"Es un proceso por el que algunos jugadores tienen que pasar", dijo Correa al respecto. "No es nada del otro mundo. Estamos tratando de pasar por el arbitraje y recibir lo que nos merecemos. Eso es todo".
Las partes tienen hasta el día de la audiencia para llegar a un acuerdo sobre el salario de Correa para el 2019.