La conexión padre-hijo, y el papel que puede jugar el béisbol en ella, es un tema que se ha tocado mucho. Todos hemos visto la película "Campo de sueños" y sabemos que el amor por el juego de pelota puede ser pasado de generación a generación como una reliquia familiar que no tiene precio.
Son muchos los hijos de ex peloteros de Grandes Ligas que se han metido en el negocio de sus progenitores y que también han alcanzado las Grandes Ligas. Muchas veces, los niños terminan teniendo mejores carreras que los padres.
Los Azulejos de Toronto seguramente esperan que ese sea el caso. La organización tiene a seis hijos de ex ligamayoristas jugando en los niveles más altos de las menores y a uno más tomado en el Draft del 2018, asumiendo que firme. Tres de ellos, se han uniformado este año para Doble-A New Hampshire Fisher Cats. Bo Bichette (Dante Bichette), Cavan Biggio y el dominicano Vladimir Guerrero Jr. integran un fantástico grupo de segunda generación, con dos miembros del Salón de la Fama para sentirse orgullosos: Craig Biggio y el recién electo Vladimir Guerrero. Otros, como Dwight Smith Jr (Dwight Smith). y Lourdes Gurriel Jr. (Lourdes Gurriel), ya llegaron a las Grandes Ligas. Kacy Clemens (Roger Clemens) y Griffin Conine (Jeff Conine) apenas están comenzando su camino en el béisbol profesional.
"Firmar a hijos de ex peloteros profesionales no fue algo que planeamos", explicó Gil Kim, director del sistema de granjas de los Azulejos. "Lo que sí ha sido un plan es valorar la habilidad para competir, el carácter, compañerismo y conocimiento que tienen estos muchachos, y entender que ese tipo de personalidad se traduce en gente capaz de maximizar dicho potencial y ayudarnos a construir una cultura ganadora".
"Haber pasado tanto tiempo junto a sus padres en clubhouse y terrenos de Grandes Ligas, observar cómo se comportan los mejores compañeros, cómo se preparan las estrellas y entender el nivel de compromiso y pasión que se requieren para tener éxito en el nivel más alto de todos, todo eso tiene que tener un valor. A uno le gustaría pensar que eso se puede pasar de una generación a otra y que todas esas experiencias tienen algo que ver en lo apasionado e inteligente que es Cavan, la intensidad y la agresividad jugando de Bo, el profesionalismo y la ética de trabajo de Kacy, la calma y la sapiencia de Dwight y la confianza y conocimiento del juego que tiene Vladimir".
"Nosotros hacemos lo posible para motivar el desarrollo de ese ambiente en el que los muchachos pueden aprender, y a la vez tenemos la oportunidad de que nuestros peloteros y técnicos de vez en cuando puedan aprender de un miembro del Salón de la Fama, o jugadores que han ido al Juego de Estrellas, y que en un día cualquiera pueden estar en uno de los campos de nuestras filiales".
De tal padre tal hijo
Más que nadie en este grupo, a Vladimir hijo lo comparan frecuentemente con su padre. "Es como su papá, pero tiene mucha mejor disciplina en el plato", suelen decir los reportes de los scouts. El hijo no es tan alto como el papá, pero definitivamente hay muchas similitudes. Es algo que acepta Vladi Jr. de muy buena gana.
"A mí me encanta que me comparen con él. Me hace feliz porque siempre es grandioso que te comparen con el pelotero que siempre quisiste ser", dijo Guerrero hijo.
Hasta ahora, ha hecho todo lo posible para hacerle honra a su apellido. Probablemente había sido el mejor bateador en las menores este año hasta que sufrió una lesión de rodilla hace poco. La experiencia de una familia acostumbrada al mundo de las Grandes Ligas también puede ser útil para un pelotero joven cuando anda inhabilitado.
"No sólo mi papá, sino toda mi familia me ha ayudado a superar esto", dijo Vladimir hijo. "Gracias a ellos, me siento grandioso y seguiré dando el 100% para completar mi rehabilitación y volver a jugar al tope".
"Pero quiero darle las gracias a Dios por tener un padre así. Siempre me ha apoyado. Me enseñó mucho, no sólo de béisbol, sino de la vida. Le deseo un feliz Día del Padre, a él y a todos los papás del mundo".