Tras las numerosas e importantes incorporaciones de los Filis esta temporada, nadie duda del poder del bate de este equipo, porque en la temporada baja, los Filis se han preocupado muy bien en reforzar esa faceta del juego.

Llegó Bryce Harper, con la vitola de ser seis veces jugador del All-Star, además de haber sido el jugador más valioso de la Liga Nacional en 2015 y bate de plata esa misma temporada. Honores a los que sumó el ser ganador del concurso de cuadrangulares de la cita de las Estrellas en 2018 (fue finalista en 2013).

Llegó Andrew McCultchen, que ha sido cinco veces jugador del Juego de las Estrellas, además de jugador más valioso de la Liga Nacional en 2013. Honores a los que habría que sumar cuatro bates de plata, incluso un guante de oro.

Y también llegó T.J. Realmuto, que pasa por ser el mejor receptor de la competición y que participó en el Juego de las Estrellas la pasada temporada, obteniendo también el bate de plata.

Eso está muy bien, pero esa deja casi todas las miradas puestas en lo que pueda hacer la loma de los Filis, para poder obtener el objetivo de la postemporada. Pudiendo haber margen de mejora en la loma de cara a la próxima temporada, ahora los lanzadores de Filadelfia tienen la gran responsabilidad de poder brindar al equipo la primera gran opción de hacer grandes cosas en la Liga Nacional, desde este mismo año.

Aaron Nola es la gran estrella del montículo de los Filis y con su renovación con el equipo, los Filis se aseguraron poder lograr tener en sus filas a un potencial ganador del trofeo Cy Young, los próximos años. Ya logró 17 triunfos la pasada temporada y terminó con una ERA de 2.37, en los 33 juegos que disputó con Filadelfia.

Otro de los lanzadores sobre los que muchas miradas estarán puestas será Jake Arriera. La pasada temporada tan solo pudo terminar con 10 triunfos en los 31 juegos en los que tomó parte, además de acumular una ERA de 3.96. Todo un revulsivo para dejar claro que es el gran lanzador de sus mejores tiempos con los Cachorros de Chicago y así poder ser pieza clave en el sistema de los Filis y en una temporada triunfal para Filadelfia.

Los otros abridores serán Vince Velásquez, Nick Pivetta y Zach Eflin. Sobre el talento de Nick Pivetta recaen muchas expectativas, destacando su bola rápida, como es el caso también de Vince Velasquez, mientras que Zach Eflin no hace más que aumentar su porcentaje de strikeouts, año tras año (llegando a superar el 20 por ciento en 2018).

De momento, Velásquez ha disputado en la primavera de los Filis 3 juegos, con una ERA elevada, pero en el caso de Pivetta, en los cuatro juegos disputados acumula una ERA de 3.31, y en el caso de Eflin su ERA es de 3.54. Unos números que habrá que contrastar con la realidad de los juegos de temporada regular y no con los de exhibición en la primavera.

Pero no solo los miembros de la rotación serán objeto de los focos mediáticos que siguen al equipo, ya que el bullpen tendrá un papel fundamental en el devenir de los acontecimientos y en todos los medios se hace en énfasis de que el éxito de esta temporada estará en la loma, sí o sí.

Y un nombre sobresale del resto. David Robertson llega desde Nueva York, donde jugó la pasada temporada con los Yankees, para reforzar ese bullpen. Incluso con la opción de poder ser cerrador del equipo, aunque no es un cerrador contrastado, por lo que la consolidación de un lanzador en esta posición será un aspecto clave para los Filis.

Eso y la evolución en la temporada de lanzadores como Seranthony Domínguez, Héctor Neris, Pat Neshek, Tommy Hunter, Adam Morgan, José Álvarez y Juan Nicasio, que tienen la posibilidad de completar la plantilla de lanzadores en la temporada que está por comenzar y sobre los que recaerá muchas de las posibilidades reales de hacer algo grande en 2019.

Hasta pronto desde España.