El jardinero prospecto Alek Thomas apunta bien alto con los D-backs

15 de enero de 2019

Alek Thomas es un prospecto de los Arizona Diamondbacks que puede ser considerado muchas cosas. Un millennial, un atleta que solía jugar tres deportes distintos, un hijo de un entrenador. Sin embargo, Thomas -- quien participó en un Campamento de Bateadores especial de los D-backs esta semana en Salt River Fields -- se rehúsa a ser encasillado o a conformarse con lo que la gente pudiese llegar a pensar que es su techo. Así es como esta promesa de 18 años adquirida por los D-backs con la selección número 63 correspondiente a la segunda ronda del Draft en junio del año pasado arranca su primer temporada completa en las Menores, como uno de los 10 mejores prospectos del club.
"(Los D-backs) definitivamente mostraron algo de interés, pero yo no sabía cuál equipo me iba a seleccionar en el Draft", dijo Thomas. Su papá, Allen, es el actual Director de Fuerza y preparador físico de los Medias Blancas de Chicago. "Los evaluadores de talento vinieron a mi preparatoria, me vieron jugar y estaban como 'bueno, nos venos después. Me sorprendí cuando me eligieron. Estoy muy agradecido por que los D-backs lo hayan hecho".
El lazo entre padre e hijo es una gran parte de lo que convierte al jardinero central de 5 pies, 11 pulgadas (1.80 metros) y 175 libras (79 kilos) de peso en un atleta tan prometedor como versátil tras arrasar en la Liga de Novatos de Arizona y en la Liga Pioneer con los Missoula Osprey. 
"Mi papá siempre ha sido mi influencia más grande. Él me convirtió en el hombre que soy ahora tanto dentro como fuera del diamante", explicó Thomas, quien solía hacer ejercicios de velocidad y de bandas de resistencia sostenidas por su padre en el U.S. Cellular Field de los Medias Blancas.
"Nunca dejes de esmerarte", él agregó. "Esa es probablemente la lección más importante que aprendí de los Medias Blancas. Mi papá siempre me decía que uno debe recordar constantemente que siempre hay alguien que es mejor que tú, así que nunca dejes de trabajar duro".
La línea de bateo de Thomas de .333/.395/.463 con 22 hits de extra base, 22 carreras impulsadas y 12 bases robadas se destacó tanto como su capacidad defensiva como jardinero. De hecho, su esmero fue recompensado con el reconocimiento de ser nombrado como uno de los Jugadores del Año de los Osprey en el 2018 junto a su compañero Zack Shannon, quien fue seleccionado en la decimoquinta ronda. Dicho galardón llegó como resultado de su promedio de bateo de .341 (cuarto mejor del equipo) y su impresionante OPS de .891 (quinto más elevado) durante sus 28 compromisos en Missoula.  
Ese tipo de éxito no es ningún milagro o espejismo, sino que el resultado de como Thomas maximizó su tiempo en el sur de Chicago al escuchar y aplicar los consejos valiosos de peloteros y entrenadores que también supieron ser figuras paternas para él.  
 "Todd Frazier fue uno de los peloteros que me influenció más que nada", opinó Thomas. "Él me enseñó que puedes contar con una racha de 1-de-40, pero debes seguir siendo la misma persona día tras día. Lo cargué un poco por no haber ganado el Derby de Jonrones cuando yo estaba allí (risas).
 "Adam Engel también me enseñó sobre el estilo de vida en las Ligas Menores. Él tuvo un hijo mientras estaba en las Ligas Menores, tuvo que alquilar un departamento y no la tuvo fácil, pero contó con su recompensa cuando llegó a las Mayores". 
Sin embargo, no todo era trabajo y nada de diversión. Tambien hubo tiempo para reir y bromear para Thomas cuando era niño en Chicago.  
 "Mi recuerdo más nítido es de cuando estaba en casa y (Mark) Buehrle estaba lanzando un juego perfecto, así que le dije a mi mamá que teníamos que irnos al parque en ese preciso momento", él dijo. "Yo llego justo para el ultimo out y estoy en las gradas detrás del plato siendo testigo de la atrapada espectacular de Dewayne Wise que salvó el juego perfecto…sin una entrada, solamente me colé allí".
Thomas solía jugar tres deportes para la preparatoria Mount Carmel de Illinois, destacándose más que nada como pelotero y jugador de fútbol americano mientras que también jugaba al básquetbol. Él ganó el premio al Mejor Beisbolista del Año Gatorade del estado de Illinois en el 2017 y la Universidad Cristiana de Texas (TCU) le ofreció una beca para jugar al fútbol americano, pero Alek optó por forjar su propio camino como pelotero profesional sin pensarlo dos veces. 
"He visto partidos de fútbol americano de TCU esta temporada", dijo Thomas. "El que jugaron contra Ohio State fue bastante importante. Si llegué a preguntarme qué pudo haber sucedido si yo hubiese estado allí jugando, pero yo elegí la profesión indicada (para mí). No soy necesariamente un aficionado de TCU, pero si los veo jugar. A veces me divierto con mis amigos jugando como receptor, pero el fútbol americano ya es parte del pasado para mí. Estoy completamente enfocado en el béisbol.   
 "Tuve que aprender un montón de posiciones distintas en el fútbol americano, y eso me ayudó a llegar a los Diamondbacks con una mente abierta y la capacidad de procesar información. Mi actitud luchadora definitivamente se ha trasladado al béisbol". 
Thomas no complica las cosas. Él va con la corriente y se adapta a circunstancias nuevas con relativa facilidad a pesar de que él se ha tenido que mudar de Chicago a Phoenix y luego a Montana, donde él se alojó con una familia de la ciudad y se amigó con otro prospecto y compañero suyo, el campocorto Blaze Alexander.
"Eso fue divertido y todo salió bien. Navegué por el río en Montana, eso estuvo lindo. Definitivamente disfruté mi tiempo allí", dijo Thomas, quien visitó Chase Field junto a otros prospectos de los D-backs en septiembre del año pasado - un lugar al que anhela regresar dentro de no mucho tiempo como miembro del plantel de Grandes Ligas.
"Quiero ser un pelotero con impacto", él dijo. "Yo no quiero solamente llegar a las Mayores, sino que quiero permanecer allí y contar con una trayectoria impactante como uno de los mejores Diamondbacks de la historia. Yo me pongo la vara bien alta. Si no lo haces, te terminas limitando a ti mismo. Apunta a tocar el cielo con las manos".