PHOENIX -- El nombre de los Diamondbacks de Arizona se refiere a la pesada serpiente con una cabeza triangular, oriunda de dicho estado, y el equipo ha empleado la cabeza del reptil como su logo secundario -- la A es el principal -- desde su primera temporada en 1998.

Sin embargo, su mascota es un lince.

Pero, ¿cómo?

Los D-backs no tuvieron una mascota en sus primeros dos años en las Mayores. Hubo problemas al crear una culebra como mascota, porque bueno, las culebras no tienen patas y no se puede tener una serpiente paseando por todo el estadio si no tiene extremidades.

Pero resulta que si el ex infielder de los D-backs, Jay Bell, no hubiera olvidado un cumpleaños de su esposa Laura, era poco probable que el equipo hubiera elegido un lince como la mascota.

Antes de que se integrara a los D-backs en el Draft de Expansión de 1997, a Bell se le olvidó el cumpleaños de Laura durante su tercer año de matrimonio.

“No ganaba tanto dinero en ese momento y se me olvidó su cumpleaños”, explicó Bell. “Y cuando la iba a buscar esa noche, me di cuenta de que me olvidé. Habíamos estado en el centro comercial la noche anterior y le gustaron unos gatos en una tienda. Entonces, tenía que hacer algo. Pasé por el centro comercial antes de ir por ella y compré un gato por US$20 y ése fue el comienzo de los gatos en nuestro hogar”.

Y al hijo de Bell, Brantley, le empezaron a encantar los gatos.

Brantley tenía casi seis años en el verano del 2000 cuando le comunicó a su papá una idea. Debido a que el estadio de los D-backs en ese entonces se llamaba Bank One Ballpark (abreviado BOB por las iniciales de cada palabra), por qué no tener un lince (que en inglés sería BOBcat) como mascota.

Bell llevó la idea de su hijo al presidente del conjunto, Rich Dozer, a quien le encantó la sugerencia y el 23 de junio del 2000, nació D. Baxter the Bobcat.

Brantley ahora tiene 27 años y jugó con la sucursal Triple-A de los Rojos en el 2021.

“Todavía se acuerda”, dijo Bell de cómo surgió el nombre. “Todavía hablamos de eso de vez en cuando. Es algo bien curioso”.