SCOTTSDALE, Arizona – El improbable ascenso de Donovan Solano con los Gigantes terminó resultando en un premio que ni él pudo haber imaginado en este receso de temporada. 

Luego de batear .326 con un OPS de .828 en una acortada temporada producto de la pandemia, el colombiano se llevó el Bate de Plata de la Liga Nacional para la intermedia, convirtiéndose en el primer Gigante en llevarse un bate de plata desde Buster Posey en el 2017. 

Aunque estuvo luchando mucho tiempo por el título de bateo del Viejo Circuito el año pasado, Solano no esperaba el Bate de Plata, al presumir que se lo llevaría el dominicano Robinson Canó. De todas maneras, el oriundo de Barranquilla se dio cuenta de sus oportunidades cuando recibió mensajes del manager de los Cardenales, Mike Shildt, y del coach de la banca de los D-backs, el colombiano Luis Urueta, que le dijeron que habían votado por él. 

“Me sorprendió, porque siento que fue tanta la bendición que Dios me dio el año pasado que no alcancé imaginar que podía ganarlo”, confesó Solano. “Viendo los números de Canό, pensé que estaba difícil que me lo dieran a mí, pero gracias a Dios pude ganarlo. Y sí, un poco sorprendido por ese gran logro”.

Fue un momento triunfal para Solano, quien ha tenido un renacer en su carrera desde llegó a los Gigantes con un pacto de liga menor hace dos años. El veterano de 33 años también enfrentó la derrota en este receso de campaña, al perder su audiencia de arbitraje ante los Gigantes el 17 de febrero. El barranquillero afirma que no le tiene rencor al equipo, que le debe US$3.25 millones en su último año de contrato antes de ser agente libre, en vez de los US$3.9 que había pedido. 

“Uno se pregunta a veces por qué, pero al mismo tiempo, sabemos que lo del año pasado, disputar unos 60 juegos, fue algo muy difícil también para poder exigir”, dijo Solano. “Pero al mismo tiempo, nosotros fuimos a ver qué podía pasar y si podía salir a favor de nosotros. Sabíamos que iba ser algo difícil también por el tiempo que duré en Triple-A en años anteriores, pero al fin y al cabo, nos arriesgamos y fuimos valientes en poder ir.” 

El caso de Solano significó la primera audiencia de arbitraje para los Gigantes desde el 2004. Los equipos suelen evitar enfrentarse a los jugadores, que deben escuchar los argumentos del porqué piensan que le deben pagar menos dinero. Solano siguió el proceso vía Zoom desde Barranquilla y aunque un panel independiente terminó decidiendo a favor de los Gigantes, el colombiano la describe como una “buena experiencia”. 

“Pienso que es parte del negocio”, dijo Solano. “Siento que ellos pelearon por una cosa, nosotros peleamos por otra. Se hace un poco interesante. Pero al final, sabemos que todo fue para bien y esperemos que todo siga así. Pienso que no influye nada”.

Incluso con el Bate de Plata en su haber, el puesto de Solano podría cambiar ahora que los Gigantes han pactado con Tommy La Stella por tres años y US$18.75 millones. Solano todavía tendrá opciones en la intermedia, pero La Stella, quien juega en la segunda y tercera bases, podría tener turnos en esa posición ante el pitcheo derecho. 

“No me pone presión”, indicó el barranquillero. “Siento que es un jugador que va a ayudar al equipo como todos los que estamos aquí. Ayudar a una misma causa, que es ir a la postemporada y ser campeón. El año pasado, [estuve] entre un rol de jugar contra los zurdos y turnarme con otros compañeros. Todo esto son bendiciones, así que me toca este año hacerlo también. El equipo lo necesita así. Estamos listos. Este año, estamos listos para jugar cuando nos necesiten”.  

Solano dijo que espera mantener el mismo nivel ofensivo del año pasado, aunque quiere tener más poder en el 2021. Otro enfoque será solidificar su defensa en el cuadro, luego de cometer 11 errores en 52 juegos. 

“Por cómo fue el año pasado, [fui] un poco inconstante defensivamente. Sí, pienso que es algo que quiero mejorar en corto plazo”, dijo Solano. “Estoy enfocado ahora en tener una buena defensa para poder contribuir un poco más con el equipo.”