Impresiona el joven Julio Rodríguez en el sistema de los Marineros hasta ahora

13 de septiembre de 2018

PHOENIX - El prospecto dominicano Julio Rodríguez, de 17 años de edad, se está hospedando en un hotel con sus compañeros de equipo a menos de una milla del Peoria Sports Complex, sede primaveral de los Padres y Marineros en Arizona. Ahí permanecerá hasta mediados de noviembre.
Rodríguez, considerado el prospecto número 4 de Seattle y que viene de ser reconocido como el Jugador Más Valioso de la Liga de Verano Dominicana, ha iniciado la próxima fase de su desarrollo. Los Marineros tienen como meta convertir al guardabosque en un jugador de impacto, dentro y fuera del terreno.
"No podríamos estar más satisfechos con su primer año en el béisbol profesional, tanto con su actuación en el terreno - con su bate y también con su defensa - como con lo que ha hecho en el aula en cuanto al currículo de secundaria, el inglés y los simulacros culturales se refieren", señaló Andy McCay, director de desarrollo de jugadores de los Marineros. "Todas esas cosas han salido de maravilla y queremos construir a base de eso".
Rodríguez, quien ocupaba el décimo lugar entre los prospectos internacionales cuando firmó con Seattle por US$1.75 millón en el 2017, deslumbró en la Liga de Verano Dominicana. Bateó .315 con porcentaje de embasarse de .404 y slugging de .525, a la vez que terminó con más imparables (69) que juegos disputados (59). El jardinero también conectó 13 dobles, nueve triples y cinco jonrones, remolcó 36 carreras y se robó 10 bases. Anotó 50 carreras y negoció 30 boletos.
Rodríguez fue enviado a Arizona a finales de agosto para seguir entrenando y recibir tratamiento para una lesión en un pie. Seguirá en Arizona para participar en un campamento de alto rendimiento diseñado para desarrollar la mente y el cuerpo. El campamento arrancará el 1ro de octubre y durará seis semanas. Rodríguez también participará en el mini-campamento de los Marineros en febrero en las mismas instalaciones.
"Estamos tratando de cultivar la habilidad atlética de nuestros jugadores - fortaleza y flexibilidad", dijo McKay. "Estamos pasando mucho tiempo en el salón de pesas, en la sala de entrenamientos, en nuestra aula con destrezas mentales y programas de liderazgo y de servicio a la comunidad. Básicamente, todo lo que se puede hacer que no conlleve estar en el terreno".
Los Marineros tendrán una mejor idea de dónde comenzará Rodríguez la campaña del 2019 después de los entrenamientos primaverales. Su esfuerzo durante el campamento de alto rendimiento también incidirá en esa decisión.
"Cuando se trata de nuestros los jóvenes extranjeros, también estamos determinando cuánta supervisión necesitan", señaló McKay. "Estamos evaluando la habilidad para comunicarse y cosas culturales. Estamos hablando de [un muchacho de] 17 años de edad. No tenemos prisa. Podría verse en la Liga de Arizona, en Everett (Clase A Abreviada) o en Clinton (Clase A Baja) y todo eso se resolverá".
Rodríguez está listo para el reto. Reconoce que la vida en los Estados Unidos ha requerido de ajustes, pero también se ha divertido. Se alegra de haber aprendido inglés en la escuela en la República Dominicana, lo cual le ha evitado algunos de los obstáculos que han tenido sus compañeros que solamente hablan español.
La dificultad más grande que enfrenta Rodríguez es la más obvia.
"Tengo apenas 17 años y dejar a tu familia y mudarte a otro país no es fácil", expresó Rodríguez. "Sinceramente, es bien difícil, pero estoy luchando por ellos. Estoy siguiendo mis sueños por mí y por mi familia".
Los Marineros descubrieron a Rodríguez en una prueba deportiva en la ciudad de Santiago cuando el joven tenía 14 años de edad. Rodríguez mostró habilidad atlética en aquella práctica y los escuchas de Seattle también quedaron impresionados con su personalidad al conversar con él. Firmar a Rodríguez de inmediato se convirtió en una prioridad para el club.
"Fue un fichaje de alto perfil y sería difícil negar que él ha demostrado por qué lo firmamos", dijo McKay. "Julio tiene mucha confianza y mucha personalidad, pero a la vez rinde. Trabaja. Pone interés y quiere ser de los grandes".
Últimamente, Rodríguez se levanta a las 5:30 a.m. y 90 minutos más tarde llega al Peoria Sports Complex. Después de desayunar y estar un rato en la sala de entrenamientos, sale al terreno a practicar. Batea en las jaulas tres veces a la semana, levanta pesas y analiza mucho video. En su tiempo libre, prefiere jugar video juegos con sus compañeros de equipo que explorar el área de Peoria y Phoenix.
"La clave para mi es estar entregado y enfocado", manifestó Rodríguez. "Me enfoco en todo lo que hago y trato de aprovechar al máximo las oportunidades que se me han presentado. He aprendido mucho sobre los detalles del juego y todas esas cositas que me van a ayudar a convertirme en un gran jugador".