MIAMI – Cuando el vuelo de la familia Buckley desde el Sur de la Florida a Nueva York fue cancelado el lunes debido a la tormenta tropical Debby, el clan decidió comprar boletos para el juego entre los Rojos y los Marlins.

Tim y Ashley, junto con sus tres hijos, Teagan (15), Luke (12) y Piper (9), intentan visitar siempre el estadio que puedan. El loanDepot park, casa de los Marlins, es su noveno escenario de Grandes Ligas.

Al llegar a sus asientos en la Sección 137, en la parte más alta de las gradas del jardín derecho, Luke se volteó hacia su papá y le dijo, “¿No sería genial si dan un jonrón hacia acá?”.

"Le dije: ‘Tendría que ser un cuadrangular bien largo, amigo’", recordó Tim a MLB.com.

Tim, seguidor de los Medias Rojas de toda la vida, no estaba consciente del poder del dominicano Jesús Sánchez.

El cañonero conectó el jonrón más largo (480 pies) de este año en las Mayores durante el sexto episodio del triunfo de los Rojos por 10-3.

“Lo vi y dije, ‘Ése se está acercando bastante a nosotros’, y luego simplemente voló sobre nuestras cabezas y pensé, ‘¡Vaya, ése fue un jonrón!’”, recordó Tim, quien terminó atrapando la pelota que rebotó.

Desde que Statcast empezó a registrar los datos en el 2015, el batazo de Sánchez es el segundo más largo que se ha dado en el loanDepot park, según la distancia, sólo por detrás de una conexión de 485 pies del venezolano Avisaíl García con el uniforme de los Rays. El cuadrangular de Sánchez es el más largo en dicho recinto para un jugador de Miami.

Sánchez, de 26 años, iguala ahora con el cubano de los Bravos, Jorge Soler, por la mayor distancia promedio en los vuelacercas (423 pies) entre los jugadores con al menos 10 cuadrangulares esta temporada. Sólo hay siete ligamayoristas más que han dado un jonrón que haya salido a por lo menos 116 millas por hora en el 2024, incluyendo a los posibles finalistas para el premio de Jugador Más Valioso, Aaron Judge y Shohei Ohtani.

Los Buckleys, quienes no podrán viajar sino hasta el miércoles, estuvieron felices de haber asistido al encuentro.

“Cuando llegamos al parque, sólo estábamos interesados en ver el juego”, comentó Tim. “De hecho, encontramos una pelota allí desde la práctica de bateo o algo así, así que estábamos bastante emocionados cuando una voló hacia nosotros. Ni siquiera pensamos que estaría allí, y luego que rebotara y tuviéramos la suerte de atraparla, fue una bendición para todos nosotros.”