Experiencia de Rojas, interrogante para Mets

7 de febrero de 2020

NUEVA YORK – Han pasado seis semanas desde que los Mets firmaron al relevista Dellin Betances, su última adquisición de impacto este receso de temporada. El mes y medio que ha pasado desde entonces ha estado marcado por turbulencia. Los Mets cortaron vínculos con un capataz y contrataron a otro. También vieron cómo la venta del equipo se vino abajo. 

Muchas cosas han pasado como para tratar de enmascarar el hecho de que, a pocos días de que arranquen los entrenamientos primaverales, éste todavía es uno de los rosters más completos en la Liga Nacional.

“Ahora mismo, nos encontramos en una posición realmente buena”, dijo el nuevo piloto dominicano Luis Rojas durante su presentación el mes pasado. “Nos estamos enfocando en esta temporada. Estamos satisfechos con el lugar donde nos encontramos. Este es un gran equipo y vamos para adelante”.

La manera en que Rojas llegue a manejar su ascenso de última hora será el tema más importante en Port St. Lucie, Florida, esta primavera. Muchas interrogantes aún persisten, desde cómo Rojas planea dirigir su primer campamento primaveral hasta lo que piensa sobre varios jugadores. Los Mets tienen varias interrogantes de cara a los entrenamientos, entre ellas el rol de taponero y cómo se conformará la parte trasera de la rotación. Tampoco tienen idea de qué esperar de una de sus más grandes estrellas, el cubano Yoenis Céspedes. A Rojas le esperan varios retos mientras se adapta a su nuevo rol, todo esto después de un turbulento invierno para el club.

Los ojos de una fanaticada hambrienta de resultados estarán sobre el timonel dominicano a lo largo de la primavera.

“Lo que sucedió está fuera de nuestro control”, declaró el abridor derecho Jacob deGrom el mes pasado. “Creo que todos se mantuvieron enfocados y saben lo que tienen que hacer para prepararse para jugar béisbol este año”.

Rojas, por lo menos, es un tipo que sabe manejar una transición rápida. Como miembro del cuerpo de instructores de Mickey Callaway el año pasado, el dominicano se vio involucrado en todos los aspectos que tienen que ver con las operaciones en el terreno de los Mets. También fue un intermediario clave para la gerencia, la cual se apoyaba en Rojas para comunicarle información a los jugadores de una manera más digerible. Incluso antes de que los Mets terminaran su relación con Beltrán, Rojas pasó tiempo significativo en la Florida preparándose para la temporada con miembros del cuerpo de instructores de los Mets. Nadie está más metido en las estrategias del club que él.

Además, los jugadores de los Mets le han expresado su apoyo a Rojas desde que fue contratado a finales de enero. Pete Alonso, Jeff McNeil y otros jugaron para Rojas en ligas menores. El dominicano Robinson Canó se convirtió en su amigo tras firmar con los a finales de 2018. Rojas cuenta con un pedigrí de béisbol irrefutable y lo que parece ser un respeto universal dentro del clubhouse, brindándole una sólida plataforma de cara a los entrenamientos primaverales.

Pero Rojas no cuenta con experiencia alguna como capataz de Grandes Ligas y sólo tiene un año como miembro de un cuerpo de instructores en las Mayores. ¿De qué manera responderá cuando las cosas comiencen a salir mal? Cuando las lesiones aquejen al club. Cuando los medios comiencen a cuestionarlo. Un sinnúmero de interrogantes rodea a Rojas a pocas de comenzar a ejercer su nuevo rol.

Esta primavera, todos alrededor del club se tomarán el tiempo que sea necesario para ver con lupa cada acción y cada palabra por parte de un hombre que no era la primera opción de los Mets durante la búsqueda inicial para encontrar manager en noviembre – y quien se siente bien con la manera en que las cosas han cambiado.

“Me sentía preparado entonces”, destacó Rojas. “Me siento preparado ahora”.