Famosa atrapada de Endy: Casi no se da

22 de octubre de 2020

Aunque los Mets perdieron el encuentro al final, la atrapada del venezolano Endy Chávez en el Juego 7 de la SCLN del 2006 es recordada como una de las mejores en la historia de la postemporada. Es muy posible que no haya otro jugador más relacionado con una sola jugada.

“Mi nombre ya no es Endy Chávez, es Endy Catch (Atrapada)”, bromeó Chávez durante una entrevista telefónica.

La situación no pudo haber sido más intensa: Los Mets y los Cardenales estaban empatados, 1-1, en el sexto inning de una cálida noche de octubre en el Shea Stadium de Nueva York. Jim Edmonds negoció una base por bolas después de un out y Scott Rolen entró a la caja de bateo ante el mexicano Óliver Pérez. San Luis buscaba llegar a su segunda Serie Mundial en tres años, mientras que los Mets querían arribar a su segundo Clásico de Otoño en siete temporadas.

Rolen no perdió tiempo y le hizo swing al primer pitcheo que le hizo Pérez. Lo que salió de su bate fue un láser, destinado a terminar más allá de la cerca del jardín izquierdo. El puertorriqueño Yadier Molina rezó para que Chávez no atrapara la bola, pero el jardinero izquierdo de los Mets tuvo un buen brinco.

“Cuando vi el batazo, sabía que iba a estar cerca de la pared”, recuerda Chávez. “Traté de llegar a la cerca primero que la pelota. Corrí tan rápido como pude y calculé por dónde iba a pasar la pelota para poder saltar”.

Y luego, pura magia. Un robo de jonrón increíble seguido que se convirtió en un doble-play.

Art by Tom Forget

“Pensé que el estadio se iba a caer”, cuenta Endy. “Era una locura. Nunca había escuchado algo así. Quería taparme los oídos”.

Pero qué tal si les cuento… ¿que Endy casi suelta la pelota? ¿Qué tal si el propio Chávez te dice eso?

“Yo no sabía que podía brincar tan alto”, asegura Chávez. “No sentí que había un porcentaje muy alto de que la atrapase. Me sorprendí cuando me pegó en el guante. Así como ustedes se sorprendieron, me sorprendí yo. Me quedé como, ‘Oh, está aquí’”.

Uno puede ver el gesto de sorpresa en la cara de Chávez cuando ve la bola en la punta del guante.

También se puede ver cómo el guante prácticamente se dobla sobre la cerca.

Art by Tom Forget

“Sí, mi guante casi se cae al otro lado de la pared con la bola adentro, lo que hubiese sido un jonrón”, dijo Chávez entre risas.

¿Se imaginan eso? En vez de una de las mejores atrapadas en la historia, hubiese sido uno de los hechos más curiosos para los Mets, como Joc Pederson en Colorado o el cuadrangular que le pegó en la cabeza a José Canseco a comienzos de la década de 1990, del bate del venezolano Carlos “Café” Martínez, papá de “Cafecito”. Los aficionados de los Mets han criticado por años al puertorriqueño Carlos Beltrán por no hacerle swing a la curva de Adam Wainwright, pero esto hubiese sido mucho peor.

“Creo que una de las razones por las que no se cayó fue porque estaba utilizando un guantín por debajo”, dijo Chávez. “El guante se salió de mi mano, pero se mantuvo por el agarre del guantín”.

Una vez cayó del salto, a pesar de ver la pelota al tope de su guante, Chávez no estaba seguro si la había atrapado. Pensó que se le había salido en dirección al terreno. La doble-matanza también estaba en juego.

“Busqué la bola en el césped para intentar retirar a Edmonds en el plato”, dijo Chávez. “No tenía un buen agarre y pensé que la había lanzado hacia el aire. Pero cuando estaba buscando la pelota, la vi en el tope de mi guante”.

Puedes darte cuenta de eso en esta foto.

Chávez sabía que tenía que apresurarse si quería completar el doble-play.

“Bueno, [la bola] está aquí. Entonces, miré a ver dónde estaba Edmonds”, recordó Chávez. “Lo vi frenándose a la altura del campo corto intentando regresar a la inicial. Me dije a mí mismo: ‘Debes apresurarte porque tenemos la oportunidad de sacar el out’, y así fue”.

Luego de esa jugada y de que el público le pidiera que saliera de la cueva en dos ocasiones, escuchando un repleto Shea Stadium coreando su nombre, todavía no podía creerlo.

“Incluso cuando fui a la cueva y vi la jugada en la pantalla pensé: ‘¿Ése fui yo?’” expresó Chávez.

Afortunadamente, sí fue él. Chávez completó la atrapada y quedó enmarcado en la historia de la postemporada. Siempre encuentra su cuenta etiquetado en las redes sociales junto al video cada octubre, sin falta.

“Nunca te cansas del cariño de la gente, de los fans, de la familia”, dijo Chávez.

 Y el hecho de que casi se le cae la bola, con este momento cerca de pasar al olvido, probablemente lo haga incluso más especial.