JUPITER, Florida -- Tranquilo pese a la noticia de su asignación al campamento de ligas menores el martes, Tim Tebow empacó sus cosas, dijo adiós y tomó el corto camino hasta el otro lado del complejo de los Mets en Port St. Lucie, Florida.

“Está sólo como a tres minutos”, dijo Tebow entre risas. “Además también tenemos teléfonos. Me mantendré en contacto con estos muchachos”.

Realísticamente,  Tebow seguirá haciendo viajes hasta el campamento del equipo grande como uno de los peloteros que los Mets pedirán prestados para los juegos de la Liga de la Toronja. Pero la mayoría del tiempo la pasará en las menores tomando los turnos que necesita para mejorar como bateador.

“Ha mejorado tremendamente desde el año pasado”, dijo Mickey Callaway, manager de los Mets, sobre Tebow, quien se fue de 15-4 con tres ponches y un boleto en ocho juegos. “Hay que darle crédito por eso. Seguirá trabajando allá abajo para ver si puede cumplir su sueño. Yo nunca diría que Tim Tebow no es capaz de algo”.

Tebow, aquejado por una lesión de tobillo a principios de la temporada pasada, bateó .273 con .734 de OPS en Doble-A Binghamton e incluso fue llamado para el Juego de Estrellas de la Eastearn League antes de que una fractura en una muñeca le pusiera fin a su temporada.

Pocos, a estas alturas, dudan que Tebow pueda llegar a las Mayores, incluso este mismo año. Arrancará la campaña en Triple-A Syracuse, a sólo un escalón de esa meta.
“Yo me veo como alguien que trata de mejorar todos los días”, dijo Tebow. “Si me dan esa oportunidad, sería una bendición. Pero en todo caso, voy a seguir trabajando tan duro como pueda para ser tan bueno como me sea posible. Si pasa, sería algo bien divertido”.