Acuña y Yépez juntos en MLB, un sueño hecho realidad

7 de julio de 2022

ATLANTA – Para los Cardenales, su viaje a Atlanta y al Truist Park en esta semana ha sido una pesadilla, con tres complicadas derrotas (siendo la última por 3-0 el miércoles), con algunas actuaciones de pitcheo para el olvido y escasez de producción con hombres en posición de anotar.

Sin embargo, para el novato venezolano Juan Yépez, volverse a encontrar en las Mayores con su compatriota y amigo cercano Ronald Acuña Jr. ha sido un sueño que había tenido desde hace ocho años.

Los para entonces prospectos de 16 años firmaron simultáneamente en Caracas, después de ser evaluados por los scouts de los Bravos. Desde entonces, ambos soñaron con el día en que pudieran compartir el terreno y el uniforme de Atlanta. Aunque Acuña y Yépez tuvieron inicios similares, sus caminos han variado considerablemente desde entonces.

Acuña despegó en las menores durante tres campañas, fue Novato del Año de la Liga Nacional en el 2018 y se ha establecido como uno de los mejores jugadores jóvenes del deporte. De su parte, Yépez necesitó salir de la organización de los Bravos y pasar ocho años en las menores antes de ascender y hacerse sentir en las Mayores con 11 bambinazos.

“Siempre sentí, durante años, que ése era el sueño — estar aquí junto a estos chicos”, dijo Yépez, quien comenzó en el nivel de junto junto a actuales jugadores de los Bravos como Acuña, Austin Riley y Mike Soroka. “Estar aquí, jugar contra ellos, ha sido algo genial para mí. Es un momento especial que jamás olvidaré”.

Para entender la historia entre Acuña y Yépez y la hermandad que los une, sólo basta ver el encuentro que tuvieron el lunes en la primera base. Primero, Yépez tocó con fuerza a Acuña, a pesar de que el astro de los Bravos ya estaba sobre la base. Luego de que Yépez devolvió la bola, Acuña respondió dándole una palmada en la cabeza al novato de San Luis.

Su amistad se extiende más allá del terreno. Yépez, quien recibió un mayor bono por firmar, solía llevar a Acuña a todos lados cuando se compró su primer carro, un Mercedes-Benz. Asignados a la liga instruccional en la República Dominicana a sus 16 años, los jóvenes venezolanos se apoyaban el uno al otro cuando compartían un cuarto en el que estaban hasta seis jugadores.

Cuando llegaron al nivel de Rookie ball con los Bravos en ​​Disney’s Wide World of Sports, Yépez llevó a Acuña a un banco de Orlando para que abriera su primera cuenta corriente. Además, llegaron a tener una tradición en la que iban a la tienda de Apple cada año, antes de los entrenamientos, para actualizar sus teléfonos.

“Ha sido una increíble experiencia juntos”, mencionó Acuña. “No puedes ni comparar las literas que teníamos en Dominicana a donde estamos ahora. [Yépez] me ayudó a abrir mi primera cuenta de banco y me llevaba en su carro de compras o a donde yo quisiera. Ha sido una gran amistad durante años”.

Aunque Yépez era visto inicialmente como el mejor prospecto entre los dos, reconoció que Acuña le quitó esa etiqueta gracias a un talento de cinco herramientas. Recuerda ocasiones en las que Acuña superaba a jugadores que eran hasta siete años mayores que ellos en competencias de jonrones. “Desde el primer día, [Acuña] fue el mejor jugador en el terreno. Cada vez que salía, era el mejor de todos”.

A pesar de que Acuña se convirtió rápido en una superestrella con los Bravos, el cañonero afirma que le dolió cuando Yépez fue cambiado a los Cardenales en el 2017. Hace tres años, cuando Yépez estaba pasándola mal en Clase-A Peoria y viendo esfumado su sueño de llegar a las Mayores, Acuña le envió boletos para ver la serie entre los Bravos y los Cachorros en Chicago. Antes de esos encuentros, los dos compitieron durante horas en juegos de PlayStation, recordando sus años de amistad.

Acuña recuerda: “Estoy extremadamente orgulloso de él, porque su camino a las Mayores fue difícil. Estoy feliz de que ambos estemos en Grandes Ligas. Demostró mucha perseverancia”.

El lunes, antes del comienzo de la serie, Acuña publicó unas fotos junto a Yépez, de sus años de formación, y mencionó que el perdedor debería pagar la cena. Yépez, bajo un contrato de novato, no aceptó y también confesó que no le dijo nada a su amigo cuando conectó un cuadrangular ante los Bravos y quedó cerca de dar su segundo.

“Publicó una foto de nosotros en Clase-A Baja y bromeó diciendo que el perdedor debía pagar la cena”, señaló Yépez. “Yo dije, ‘Mira, tú has estado en la liga mucho tiempo, tú pagas todo’. Nos reímos mucho con eso”.

“Ha sido genial enfrentar a mi exequipo y poder hacer algo, demostrándoles que se equivocaron”, añadió Yépez, quien tiene de 12-3 con un jonrón un una empujada en la serie. “Ha sido increíble encontrarme con Ronald y con el resto de los chicos con los que estuve desde Rookie Ball”.