Los datos avanzados indican que Amed Rosario apenas empieza a hacerse sentir

31 de agosto de 2018

Hace casi tres meses, el dominicano , campocorto de los Mets de Nueva York, estaba bateando apenas para .251/.284/.366, una línea ofensiva que era 25% peor que el promedio de los bateadores de Grandes Ligas. Noventa días después, está ligando para .249/.290/.372, básicamente los mismos números que tenía en junio.
Sin embargo, si se buscaba bien y se veía más allá de la superficie, desde principios de temporada Rosario había venido dando razones para ser optimista. Y si bien su explosión ofensiva no ha terminado de producirse, finalmente se están viendo los resultados.
Desde el 9 de agosto, Rosario lleva línea de .329/.360/.482 y viene de pegar siete hits en tres juegos en el Wrigley Field contra los Cachorros. Es cierto, estamos hablando de apenas 90 visitas al plato y en la mayoría de los casos uno estaría tentado a dejar pasar esto como una buena racha y nada más. Quizás sea eso. Pero Rosario siempre fue considerado un prospecto estelar, por lo que vale la pena profundizar más en cuáles pueden ser las razones detrás de su despertar.
¿Estamos viendo el comienzo del ascenso de Rosario? De ser así, éstas son las razones que lo explican.
Se poncha menos y negocia más boletos
En el 2017, Rosario se ponchó el 29% de las veces. Eso es malo. El promedio de los bateadores de Grandes Ligas, excluyendo a los lanzadores, fue de 21%. Negoció sólo tres boletos, para una tasa de 1.8%. Eso también es malo. Fue el peor promedio de las Mayores. De hecho, Rosario se ponchó 16 veces por cada base por bolas, una de las peores proporciones en la historia de Grandes Ligas.

Sin embargo, Rosario ha mostrado mejorías en cada uno de esos departamentos, y aunque ciertamente la vara estaba muy baja, también es verdad que tiene sólo 22 años y al fin y al cabo está mejorando. Este año, su tasa de boletos ha pasado de 1.8% a 5.1%, que sigue siendo por debajo del promedio, pero es mejor que lo del 2017.
Más impresionante aun, ha dejado de poncharse tanto. Hay 450 jugadores que han ido al menos 150 veces al plato en cada una de las últimas dos temporadas, y sólo cuatro de ellos han cortado su cantidad de ponches tanto como Rosario, quien bajó de 28.8% a 20.6%.
Eso no es sólo un gran paso al frente. Es eliminar un punto débil. Ahora es un poco mejor que el promedio haciendo contacto.
Rosario ha estado haciendo swing a más strikes a medida que han pasado los meses. Además, está fallando menos y menos ante esos pitcheos en la zona. Cuando se trata de disciplina, eso es lo que uno quiere ver.
La tasa de swings de Rosario contra pitcheos fuera de la zona, que es exactamente lo que los pitchers quieren que hagas, ha mejorado de 40% a 35%. Y su contacto en la zona ha pasado de 70% a 80%.
Le está pegando más duro a la bola
Rosario no está en las Mayores para dar jonrones, y nadie espera que pegue 30 en una temporada. En seis campañas en el béisbol profesional, ha largado un total de 28 bambinazos.

Sin embargo, siempre es bueno batear la bola con fuerza. Nosotros definimos una bola "bien bateada" como una que sale al menos a 95 millas por hora. Este año, los jugadores de Grandes Ligas batean para .523 con 1.044 de slugging cuando batean la bola a 95 o más mph. Y sólo .220 con .259 cuando ese número está por debajo de las 95 mph. Incluso si usted no es un bateador de poder, es bueno darle con fuerza a la pelota. El año pasado, sólo el 25% de los batazos de Rosario fueron "bien bateados", por debajo del promedio de la Gran Carpa de 33.3%. Este año, subió a 32%. Sigue estando peor que el promedio, pero el punto aquí no es decir que Rosario sea un cañonero. Es que viene avanzando en la dirección correcta.
Rosario también ha demostrado la capacidad de pegarle duro a la bola en ocasiones. Cuando bateó un jonrón el 20 de mayo, la pelota viajó a 109.5 mph. Aunque se trata de un solo batazo, nos dice algo de lo que es capaz de hacer. Sólo el 2% de las bolas bateadas este año en las Mayores ha salido a ésa o a mayor velocidad. Sí, tiene uno solo de esos batazos, pero lo mismo pasa con bateadores como Chris Davis, , Charlie Blackmon y Matt Carpenter.
Y Rosario tiene algo que ninguna de ellos tiene: una velocidad élite.
Nada de esto garantiza que Rosario vaya a ser una estrella. Sigue siendo un bateador con una línea ofensiva de por vida poco aceptable (.249/.285/.372) en básicamente una temporada. Va a tomar más de unas buenas semanas cambiar eso. Pero Rosario sigue siendo joven, más joven que novatos como el dominicano Miguel Andújar, y . Hace apenas un año era considerado uno de los mejores prospectos del juego. Y con razón. Hay varios datos que venían señalando una mejoría. Ahora parece que los está acompañando con producción de verdad.