Angels confían en que Yunel podrá adaptarse a la 3B

1 de marzo de 2016

TEMPE, Arizona - El coach del infield, el dominicano Alfredo Griffin, se paró cerca del plato junto a una cubeta con pelotas la tarde del lunes, con un bate de práctica en mano. El coach de la tercera base, Ron Roenicke, cogió un guante y corrió hacia la inicial. El capataz de los Angelinos, Mike Scioscia, se hincó sobre una rodilla en territorio de foul, con el gerente general Billy Eppler justo al lado. Y el cubano Yunel Escobar cubrió la antesala, una posición que jugará una vez más con regularidad en 2016 y en la que todavía está tratando de asentarse.
Escobar hizo la transición del campo corto a la tercera base en 2015, su novena temporada en Grandes Ligas, y las estadísticas métricas no le favorecieron. Su promedio Defensive Runs Saved o Carreras Evitadas a la Defensa quedó empatado con el del venezolano Pablo Sandoval en el último lugar entre los antesalistas con menos-11; en cuanto al Ultimate Zone Rating o UZR, el cubano tuvo un menos-7.7, quedando en la 17ma posición de entre 20 jugadores que calificaron.
Scioscia no lo compra.
"Si observas la manera en la que ha trabajado, lo que ves es un defensor por encima del promedio", indicó. "Será un defensor por encima del promedio para nosotros".
Scioscia no cree que se verá obligado a sustituir a Escobar en la defensa cuando su equipo mantenga una mínima ventaja en la recta final de los juegos, una práctica que se hizo común con el ex tercera base David Freese. Escobar lleva muchos años jugando en el shortstop, lo que debería significar que cuenta con la condición atlética para cubrir más terreno. Y solamente cometió siete errores la pasada campaña, empatado con el venezolano Martín Prado con el menor número de pifias en la esquina caliente.
El mayor problema de Escobar es la mala puntería en sus tiros, quizás producto del ángulo de su brazo.
"Cuando juegas el shortstop, es más difícil tirar por encima del hombro", explicó Escobar. "(En el campo corto) Tiras en un ángulo de tres cuartos. Eso fue lo más difícil para mí, que no estaba acostumbrado a tirar por encima del hombro. Todavía tengo que trabajar en eso. Poco a poco estoy tratando de mejorar".
Los antesalistas usualmente tiran por encima del hombro porque tienen más tiempo para deshacerse de la bola y desean tener más agarre y control sobre ésta. Pero Griffin piensa que lo mejor para Escobar es apegarse al ángulo de tiro al que él está acostumbrado, de otra manera su hombro podría molestarle debido a la falta de memoria del músculo.
Los tiros de Escobar tienden a abrirse un poco producto de la acción de su brazo, lo que representa un problema ahora que sus tiros se originan desde otro punto.
"Sólo necesita adaptarse", señaló Griffin. "El muchacho aprenderá".
La temporada regular entera, además del invierno y los entrenamientos primaverales en la tercera base le ayudará bastante.
Básicamente, Escobar ha sido un torpedero durante toda su vida. El nativo de La Habana, Cuba, jugó como titular en esa posición del 2007 al 2014, registrando el 13er mejor promedio UZR para un shortstop en ese período. Luego fue canjeado a los Nacionales de Washington, pasó toda la primavera aprendiendo a jugar la segunda base y se le avisó que jugaría la antesala justo antes del Día Inaugural, cuando Anthony Rendón se lesionó una rodilla.
"Tuve como dos días para prepararme", relató Escobar. "Fue difícil. Con una temporada completa, creo que puedo ser mejor".