Arodys Vizcaíno se luce como preparador en los Bravos

30 de mayo de 2017

Arodys Vizcaíno, que desde bien jovencito tiraba la recta por encima de las 100 millas por hora, siempre fue conceptuado como un excelente prospecto, pero varias lesiones frenaron el avance del veloz relevista dominicano hacia los primeros planos de las Grandes Ligas.
Afortunadamente para Vizcaíno y los Bravos de Atlanta, los percances físicos y los agudos problemas con el control han quedado en el pasado, lo cual le ha permitido convertirse en uno de los preparadores de camino para el cerrador más efectivos de la Liga Nacional.
En los días finales del mes de mayo, ya Vizcaíno había preservado la ventaja de su equipo 11 veces - lo que denominan 'hold' en la pelota moderna- con una estupenda efectividad de 2.11 en sus primeros 23 encuentros de la temporada.
"Se ha visto muy bien", elogió el dirigente de los Bravos, Brian Snitker, refiriéndose al derecho de Yaguate, República Dominicana. "Ha estado saludable, lo cual es bueno, porque forcejeó con problemas de salud en el pasado".
Tan efectivo ha sido Vizcaíno, el hombre que le prepara el camino al cerrador Jim Johnson, que impresionaba por sus 12 apariciones seguidas (11.1 episodios) sin permitir carreras, lapso en el cual ponchó a 12 y solamente permitió tres imparables. En sus primeros 20.1 capítulos eliminó por la vía de los strikes a 24 bateadores.
"Ha tirado la bola tan bien como cuando era nuestro cerrador", comparó Snitker con respecto al derecho que salvó 24 juegos entre el 2015 y el 2016 con la franquicia del estado de Georgia.
Las cosas han dado un viraje positivo bastante grande para Vizcaíno desde el 2016, cuando regaló 26 boletos en 38.2 episodios. En el 2017 solamente concedió seis transferencias en sus primeras 20.1 entradas.
Para que se tenga una mejor idea del significado de esta estadística en la carrera de Vizcaíno en las Ligas Mayores, valga subrayar que tiene efectividad de 7.02 en las apariciones en las que ha dado por lo menos un boleto y de 1.11 en los encuentros en los que no regala pasaportes gratuitos.
"Primero que nada, le doy gracias a Dios porque este año ha sido de mucha salud", expresó Vizcaíno, firmado originalmente por los Yankees de Nueva York en el 2007. "He tenido bastantes problemas, bastantes operaciones. He sufrido del hombro también. Gracias a Dios he superado eso".
En este sentido, se refería fundamentalmente a las pesadillas vividas en el 2012 y el 2013, primero cuando fue sometido a una operación Tommy John y posteriormente cuando pasó por el quirófano para una intervención artroscópica para eliminar depósitos de calcio en el codo derecho.
Intervino en un tope personal en las Grandes Ligas de 43 juegos en el 2016, pese a que se perdió 61 encuentros de su equipo por dos estadías en la lista de los inhabilitados, por distensión en el oblicuo derecho e inflamación del hombro.
"El año pasado tuve un pequeño contratiempo con las bases por bolas, las cuales mayormente se convierten en carreras", reconoció Vizcaíno, del mismo pueblo de la provincia de San Cristóbal del cual provienen tanto los estelares lanzadores de Grandes Ligas y , como su propio compañero en el cuerpo de relevo José Ramírez. "El control es fundamental en un pitcher", acentuó Vizcaíno. "Si no atacas la zona, te metes en problemas. Es una cosa demasiado complicada".
Definido como un lanzador de poder, Vizcaíno cuenta con una slider que llega al plato a 85.79 millas por hora, más rápidamente que el promedio de los lanzadores de las Grandes Ligas que es de 84.55 millas por hora - según Statcast™ - así, como un cambio de velocidad, que de acuerdo al propio lanzador quisqueyano, tira "para relajar".
Tantos estragos puede hacer Vizcaíno con su slider que ha llegado a ponchar a por lo menos un bateador en 20 apariciones seguidas, la segunda mejor seguidilla de esa índole para un relevista de los Bravos desde que se mudaron a Atlanta en el 1966, apenas superada por la hilvanada en tres ocasiones diferentes por el otrora súper cerrador de esa novena, .
En el 2016, Vizcaíno terminó con 11.6 ponches por cada nueve tramos, el octavo mejor promedio de toda la Liga Nacional.
"Ahora me están usando en el octavo, como preparador, ojalá podamos seguir así, para tratar de sacar al equipo adelante", manifestó Vizcaíno. "Cerrar es el sueño mío. Ya he tenido la oportunidad de hacerlo en el 2015 y el 2016. Esa es mi meta".
Con los Bravos se da algo bien curioso, ya que en el séptimo y octavo episodio suelen lanzar, cuando el equipo tiene la ventaja, dos serpentineros que vienen de la misma municipalidad dominicana.
"Somos del mismo pueblo", dijo Vizcaíno, refiriéndose a Ramírez, quien es también de Yaguate. "Nos conocemos desde hace mucho tiempo, desde que tenía 14 ó 15 años. También jugamos juntos en la organización de los Yankees. Es un pueblecito bastante tranquilo".
Con Atlanta, Vizcaíno se siente bastante a gusto, pero ¿Quién sabe?, a lo mejor si ese equipo no está en la pelea a mitad de la temporada pudiera ser considerado para un canje a un equipo contendiente y hambriento de buenos relevistas.
"Me gusta el equipo, me gusta Atlanta, la ciudad la conozco bastante, ya tengo bastantes años con la organización", apuntó Vizcaíno, debutante en las Grandes Ligas con los Bravos en el 2011 y que también ha lanzado en el apasionante mundo del diamante con los Cachorros de Chicago.