MESA, Arizona -- El puertorriqueño Javier Báez entró al clubhouse de los Cachorros la mañana del miércoles después de hacer algunos ejercicios en el terreno y dio un breve informe de su situación.
"Acabo de terminar de correr", dijo Báez. "Todo salió bien".
El infielder se ha visto marginado desde el jueves pasado tras sentir un calambre en la corva izquierda. Se sometió a una resonancia magnética, pero aparentemente el problema fue por deshidratación. Báez ha estado tomando mucha agua para evitar que la situación se repita.
"Se llevaron todos los refrescos de mi refrigerador", dijo Báez. "No tengo otra opción ahora".
El martes, Báez realizó prácticas de bateo, probó su brazo y corrió. ¿Qué sigue ahora?
"Estoy tratando de volver a jugar", dijo. "Ya veremos. Vamos día a día. Con suerte podré jugar viernes o sábado".
El manager de los Cachorros, Joe Maddon, confirmó que esperan que Báez regrese al terreno el viernes o el sábado.