Ahora la interrogante en los Nacionales puede ser la ofensiva

25 de junio de 2018

La semana pasada, los Nacionales obtuvieron al cerrador dominicano en un cambio con los Reales, el más reciente de una cantidad de movimientos del gerente general del club capitalino, Mike Rizzo, que tiene desde el 2012 tratando de armar un bullpen ganador.
El bullpen ha sido el principal enfoque de Washington desde octubre del 2012, cuando se vino abajo y los Nacionales perdieron la primera de cuatro series de postemporada, sin todavía haber ganado la primera.
Pocos meses después de la falla de Storen, los Nacionales le otorgaron al quisqueyano Rafael Soriano un contrato de dos años. Después de esos dos años aceptables de Soriano, los capitalinos volvieron a contar con Storen como el cerrador en el 2014. El derecho de nuevo tuvo malos resultados en la postemporada. Storen echó a perder el rescate en la novena entrada del Juego 2 de la Serie Divisional de la Liga Nacional (que al final Washington perdió en 18 episodios).
Los Nacionales indicaron que de todas maneras Storen sería su cerrador en el 2015.
"Confiamos en Drew", dijo Rizzo en ese momento.
Pero no era cierto. Storen estaba lanzando bien cuando Rizzo realizó el movimiento más extraño de su excelente carrera al adquirir al cerrador Jonathan Papelbon y su enorme contrato de los Filis. Desde entonces, los capitalinos sufrieron otro colapso y Storen nunca fue el mismo.
Papelbon falló al año siguiente y por eso Rizzo agregó por medio de un canje a , quien estaba rumbo a la agencia libre. Melancon estuvo casi perfecto durante toda la Serie Divisional del 2016 contra los Dodgers, pero los Nacionales perdieron de todas maneras -- fue el relevo medio el que se derrumbó en el decisivo Juego 5. Después Melancon partió para los Gigantes.
Entonces los Nacionales probaron con varios brazos para cerrar los partidos en el 2017 -- con resultados decepcionantes. Las cosas estuvieron tan mal para el dirigente en ese entonces Dusty Baker que en un momento dijo algo como: "Debo elegir a uno para que lance". Luego en julio, Rizzo realizó una excelente maniobra, adquiriendo a para que se encargara de la novena entrada y el generalmente fiable como el preparador de mesa.
Washington otra vez quedó eliminado en los playoffs, pero contó con el gran pitcheo de Doolittle.

Todo esto nos trae a esta alturas -- los Nacionales están a 3 ½ juegos de los líderes Bravos en la División Este de la Liga Nacional y algunos se atreverían a señalar que los capitalinos no están jugando a su nivel.
Una pista sería la siguiente: No se trata del pitcheo. Los Nacionales ocupan el segundo lugar en efectividad, pero para recalcar, este año han perdido apenas cinco partidos cuando han llegado a la quinta entrada con la ventaja. En todo el año han echado a perder solamente un rescate en la novena entrada. Su bullpen no ha estado perfecto, pero se ha visto bastante bien, especialmente con la grata sorpresa que ha dado .
El problema es que Washington no puede anotar carreras.
Este no es un problema fácil de solucionar. Es cierto que los Nacionales cuentan con la sensación dominicana de 19 años de edad Juan Soto, castigando la bola, pero Harper pasa por un pésimo bache. Ya no está negociando pasaportes, bateando .181 en el mes de junio con 40 ponches en 30 juegos. llevaba promedio de .217 antes de volver ahora a la lista de incapacitados. Anthony Rendón ha sufrido varias lesiones. Michael A. Taylor ha enfrentado obstáculos. Ninguno de sus receptores está bateando. Los Nacionales ocupan el 12do lugar del Viejo Circuito en carreras anotadas, incluso con el candente inicio de Soto y el gran trueno de Matt Adams.
¿Podrá la ofensiva podrá recuperar su nivel? Hay motivos para pensar que ocurrirá, motivos para pensar que Harper acabará con su sequía, que entrará en forma y Rendón marchará todo motor. Sin embargo, eso no podría ocurrir.
Por eso es muy interesante que todo esto está sucediendo justo cuando los capitalinos adquirieron a Herrera, una pieza sólo para lo que queda de la temporada y que se perfila a convertirse en agente libre después de la campaña. Pudo haber sido una de esas transacciones que llegó en el momento indicado, pero vale la pena preguntarse si Rizzo y sus Nacionales están recordando el 2012, sobre esas derrotas a finales del partido y sobre adquirir la última ficha en el bullpen para su marcha en la postemporada.
Puede ser que se vean los resultados. El dúo de Herrera-Doolittle para los últimos episodios podría ser brillante en octubre.
Pero si los Nacionales no comienzan a anotar más, no tendrán esa oportunidad en la postemporada.