Las series interligas presentan la oportunidad de observar algo que no vemos todo el tiempo: un lanzador relevista de la Liga Americana bateando. Los doble-cambios en las entradas finales muchas veces evitan que esto ocurra, pero el lunes pasó durante la victoria por 4-2 de los Yankees sobre los Filis.
Tras haber entrado en el séptimo inning para preservar una ventaja de 2-1, Dellin Betances no hubiese tenido la oportunidad de batear en la apertura del octavo de no ser porque los Yankees armaron un ataque. Cinco bateadores y dos carreras después, Betances recibió la oportunidad de agarrar el bate. Y vaya que la aprovechó.
Batear sin guantines y meneando el bate al mejor estilo de Gary Sheffield, Betances montó un espectáculo:

Puede que se haya ponchado con tres pitcheos, pero probablemente fue el ponche más divertido de todos los tiempos.

Como le explicó Betances a Bryan Hoch de MLB.com después del juego, no es una coincidencia que moviese el bate como Sheffield.
"Traté de hacer mi mejor imitación de Gary Sheffield", explicó Betances. "No hice contacto, claro. Pero yo bateaba así en la escuela, bromeando. Me gustaba ver a Gary, especialmente la forma en la que bateaba".
Había pasado mucho tiempo desde la última vez que Betances entró al cajón de bateo para realizar un turno:
"Yo bateaba en la escuela, pero eso fue hace como 12 años. Es una locura porque yo era el último en este clubhouse que quería batear. Se lo estuve diciendo a todos, 'No quiero un turno. Han pasado 12 años. No voy a lucir bien'. Pero definitivamente, fue bien divertido. Mis compañeros gozaron viéndome".
"Yo estoy a favor del designado", ripostó el manager de los Yankees, Aaron Boone. "En eso es que estaba pensando. Dicho eso, debo decir que hizo unos swings muy buenos. Violentos, pero buenos. Pero me ha brincado el corazón como siete veces viendo a nuestros pitchers batear. Fue divertido verlo, pero no me gusta".
Hay que darle crédito a Betances por pararse en el home y hacer exactamente lo contrario a lo que hizo hace unos años el dominicano Santiago Casilla. Al menos en términos de esfuerzo: