ATLANTA - Dos años después de iniciar una reconstrucción dolorosa que los obligó a desprenderse de figuras queridas como Jason Heyward y Craig Kimbrel, los Bravos lucen estar cerca de completar el proceso más rápido de lo previsto.
Atlanta se había propuesto armar un equipo ganador para la inauguración del SunTrust Park en el 2017, pero la viabilidad de dicho objetivo no se esclareció hasta hace poco, cuando el club ganó 20 de sus últimos 30 juegos y luego reforzó su rotación abridora con tres veteranos: el dominicano Bartolo Colón, R.A. Dickey y el mexicano Jaime García.
Hace unos meses, era poco realista imaginar que los Bravos pudieran terminar con un récord ganador en el 2017, y mucho menos competir por un puesto en los playoffs. Pero cinco acontecimientos ayudaron a cambiar esa perspectiva y alimentar el optimismo del club de cara a la venidera temporada.
1. Freeman se enciende y se afianza
Freedie Freeman bateó apenas .248 en sus primeros 63 juegos del 2016, generando preocupación con respecto a una dolencia en la muñeca derecha. Pero el inicialista de 27 años de edad registró promedio de .338 con 24 jonrones y OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de 1.095 en sus siguientes 95 partidos, actuación que lo afianzó como uno de los mejores jugadores de Grandes Ligas y les dio tranquilidad a los Bravos, que le pagarán un total de US$106.5 millones en las próximas cinco temporadas.
2. La llegada de Matt Kemp
Los Bravos enviaron al cubano Héctor Olivera a los Padres en julio a cambio de Kemp. El jardinero veterano terminó la temporada con un total de 35 vuelacercas entre San Diego y Atlanta y tuvo un OPS de .855 en 241 visitas al plato por los Bravos.
3. El renacimiento de Nick Markakis
Luego de terminar en el quinto lugar del Viejo Circuito en el 2015 con 38 dobles tras someterse a una cirugía de en el cuello, Markakis encabezó las Grandes Ligas con 11 dobles en el primer mes de la temporada del 2016. Pero el guardabosque veterano aumentó su valor gracias a su desempeño en los últimos tres meses, con el cual demostró que había recuperado la fortaleza de la que gozaba antes de lesionarse el cuello.
Markakis empalmó 11 cuadrangulares y tuvo slugging de .459 en sus últimos 75 juegos del 2016, luego de conectar apenas cinco bambinazos en sus primeros 239 partidos con Atlanta. Si continúa produciendo a semejante nivel detrás de Freeman y Kemp, los Bravos podrían demostrar que no fue coincidencia que terminaron en el segundo lugar en carreras anotadas por partido en los últimos dos meses del 2016.
4. El surgir de Ender Inciarte y la llegada de Dansby Swanson
Kemp debutó por Atlanta el 2 de agosto y el venezolano Inciarte se trasladó al puesto de primer bate de manera permanente a los cuatro días. Poco después, Swanson hizo su anticipado debut y ayudó a hacer más profundo un lineup que de un momento a otro se convirtió en un reto legítimo para los lanzadores contrarios.
Inciarte bateó .341 con porcentaje de embasarse de .396 después del Juego de Estrellas y superó uno de sus puntos débiles al registrar promedio de .410 contra pitchers zurdos. Inciarte -- quien ganó un Guante de Oro como jardinero central en el 2016 y acaba de firmar una extensión de cinco años con el club -- y Swanson ocuparán los primeros dos puestos en la alineación.
5. Una rotación reforzada y experimentada
Los Bravos ganaron 20 de sus últimos 30 juegos del 2016, tramo en el cual utilizaron a nueve abridores que registraron efectividad colectiva de 4.13. En lugar de simplemente darles la oportunidad de Aaron Blair y Matt Wisler de seguir madurando, la gerencia apostó al valor a corto plazo que el equipo espera recibir de parte de García, Colón y Dickey.
Dichos veteranos podrían estabilizar una rotación que también cuenta con el colombiano Julio Teherán, quien ha sido convocado a dos Juegos de Estrellas, y Mike Foltynewicz, cuya evolución en el 2016 contribuye al optimismo de Atlanta de cara a la próxima campaña.