Cinco motivos para firmar al dominicano Carlos Gómez

26 de noviembre de 2016

El dominicano Carlos Gómez ha estado en lo más alto y también en lo más bajo durante el último año y medio. El dinámico patrullero fue el protagonista del cambio que lo llevó a los Astros en el 2015. Apenas un año después fue dejado en libertad por Houston, firmó un contrato de ligas menores con los Rangers y terminó siendo el primer bate del equipo con el mejor récord de la Liga Americana.
Y ahora, es agente libre.
Por decir lo menos, estos últimos meses han sido una especie de montaña rusa, y en la actualidad el patrullero de 30 años de edad está disponible para cualquiera de los 30 equipos en el mercado libre. Por ello, presentamos cinco estadísticas de Gómez que los equipos podrían considerar interesantes.
Un esperado cambio de escenario
Una vez que comenzó de cero con los Rangers en agosto, a Gómez le fue excelente, hasta el punto de que el quisqueyano se convirtió en una pieza clave en la recta final. Tras unos meses para el olvido en Houston, en 33 juegos de temporada regular con los Rangers bateó .284/.362/.543 con .905 de OPS, ocho jonrones, 24 empujadas y cinco bases robadas. Proyectado para 162 partidos, con ese mismo ritmo hubiese producido 39 cuadrangulares, 118 remolcadas y 25 robos.
Sitio nuevo, bate viejo
En Arlington, Gómez reencontró el swing que lo llevó al Juego de Estrellas en el 2013 y el 2014 con los Cerveceros. Específicamente, empezó a elevar la bola nuevamente. En sus años en Milwaukee, alrededor del 40% de los batazos de Gómez fueron elevados, de acuerdo a FanGraphs. Pero con los Astros en el 2016 ese porcentaje bajó al 29,6%. Con los Rangers, sin embargo, ascendió hasta 47,4%. En Texas bateó el doble de elevados que estaba conectando por cada rodado en Houston.
Encontró su pegada
Gómez no sólo empezó a batear la pelota hacia arriba con los Rangers, sino que también empezó a pegarle con más fuerza. En sus 85 juegos con los Astros, el promedio de velocidad de salida de sus batazos (según Statcast™) fue de 86,7 millas por hora, por debajo del promedio de las Grandes Ligas. Durante su tiempo en Texas, esa media se disparó a 90,5 millas por hora. De acuerdo a FanGraphs, tras salir de Houston y desde que llegó a los Rangers redujo en casi un 10% la cantidad de batazos suaves, lo que se tradujo en conexiones más sólidas.
Arma de doble filo
A pesar del bajón que sufrió en las dos temporadas que siguieron a las campañas en las que fue al Juego de las Estrellas, Gómez ha mantenido sus herramientas. En el 2016 bateó más de 10 jonrones (13) y se robó más de 10 bases (18) por quinto año corrido. E incluso incluyendo los números de 2016, en esas últimas cinco campañas promedió 18 jonrones y 29 bases robadas por año, para un total de 91 bambinazos y 146 estafadas. Es el único ligamayorista en ese lapso con al menos 90 cuadrangulares y 140 bases robadas.
Guante seguro
Un área en la que Gómez siempre ha sido excelente es la defena y a pesar de que sus estadísticas sufrieron un bajón en Houston, volvieron a mejorar desde su llegada a los Rangers. De acuerdo a la medida Ultimate Zone Rating, Gómez ha sido un defensor por encima del promedio en cada una de las últimas 10 temporadas, gracias sobre todo a su impresionante alcance. Desde su llegada a las Mayores en el 2008, su UZR por cada 150 partidos es de 13.6 carreras salvadas por encima del promedio, la cuarta mayor cantidad entre los patrulleros.