Clayton Kershaw tratará de llevar a Dodgers a la gloria en octubre

3 de octubre de 2017

LOS ANGELES -- podría estar a las puertas de su cuarto premio Cy Young, una cifra que sólo superan Roger Clemens (siete) y Randy Johnson (cinco). Viene de liderar a la Liga Nacional el victorias (por tercera ocasión) y en efectividad (quinta vez). Pero la pregunta es si finalmente será capaz de añadir el elusivo anillo de Serie Mundial a esa estelar carrera digna de un Salón de la Fama.
El zurdo, que iniciará el viernes por los Dodgers en Dodger Stadium el Juego 1 de la Serie Divisional contra el ganador del Juego de Comodines que disputarán el miércoles Rockies y D-backs, estará por séptima vez en la postemporada, donde tiene efectividad de 4.55 en 18 juegos.
La mayoría de las estadísticas de Kershaw este año son tan estelares como de costumbre, con la excepción de una realmente atípica: los jonrones permitidos. No está solo, pues nunca antes se dieron tantos bambinazos en una campaña en la historia del béisbol, pero Kershaw es quien es precisamente por ser mejor que el resto.
A pesar de haber lanzado sólo 175 innings por culpa de una lesión en la espalda que lo mandó a la lista de lesionados, los 23 jonrones recibidos son siete más que su tope previo (en 227.2 innings lanzados en 2012). Eso incluye el primer grand slam que permite en su carrera. También le están dando más elevados, y de acuerdo con Statcast™ tanto la velocidad de los batazos que permite, como la distancia de los elevados y las líneas que le dan, han aumentado.
"Lo único que yo podría decir es que ha cometido más errores de los que normalmente comete en una temporada", dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts. "La mayoría de los jonrones llegan con un bateador bateando un error. Así que supongo que se está equivocando más. Tan simple como eso".
Kershaw no discute los números, y tampoco revela cuál será el plan para contrarrestar la situación.
"Sólo tengo que lanzar mejor", ha dicho varias veces este año.
El coach de lanzadores de los Dodgers, Rick Honeycutt vio el primer bullpen de Kershaw en Dodgertown a los 19 años y desde entonces no se ha perdido ni un pitcheo de su pupilo. El técnico insiste que todo lo que Kershaw haya podido perder debido a las lesiones y al paso del tiempo se compensa con su madurez y sabiduría como lanzador.
"El otro día lanzó varias rectas a 94 millas varias", dijo Honeycutt sobre la velocidad de Kershaw. "Eso se acerca a sus niveles, pero además es más inteligente. Está lanzando más, usando ambos lados del plato. Por eso es que sigue siendo extraordinario, porque es capaz de dominar ambas esquinas. Y sigue atacando a los bateadores, esa es siempre su mentalidad".
Kershaw no se ha recuperado tan bien este año de la lesión en la espalda como en el 2016, cuando dejó 1.29 de efectividad en cinco aperturas en septiembre. Esta zafra antes de la lesión tenía 15-2 y 2.04 de efectividad. Pero tras recuperarse y regresar cerró con 3-2 y 3.48.
"Ahora me siento de vuelta en el nivel en el que debería estar y listo para la postemporada", dijo Kershaw después de permitir tres carreras en cuatro innings en Colorado la noche del sábado.
Kershaw dijo tras esa salida que estaba "al 100%". Pero Honeycutt cree que las quejas y dolores de una década lanzando en las Mayores han hecho que pierda condiciones, algo completamente normal.
"No estoy seguro de que volverá a ese nivel, al 100%, pero quién sabe", dijo Honeycutt. "Estoy seguro de que hay días en los que se siente mejor. Ha sido capaz de lidiar con su situación actual extremadamente bien".