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Confianza premiada en el nido

Manny Machado estuvo a la altura del reto en Orioles

NUEVA YORK - Los Orioles, en medio de una lucha por mantenerse en la pelea por la clasificación en la Liga Americana, sabían que algo hacía falta para impulsar su esfuerzo por seguir compitiendo con los Yankees y los Rays en el Este de la Liga Americana.

Era el 9 de agosto y Baltimore, la gran sorpresa de la división, estaba a 5.5 juegos de los punteros Yankees. Los Orioles tenían dos opciones: Dejar que el joven Manny Machado, de apenas 20 años, siguiera desarrollándose como torpedero a nivel de Doble-A, o subir al miamense de ascendencia dominicana y tratar de ganar ahora.

El gerente general de Baltimore, Dan Duquette, decidió por la segunda estrategia, que no sólo impactó el desarrollo de la primera selección del equipo del draft del 2010, sino también tuvo repercusiones en la defensa de la tropa de Buck Showalter.

Con un J.J. Hardy establecido en el campo corto, Machado tendría que hacer el ajuste sobre la marcha a la tercera base, nada más y nada menos haciendo el salto de Doble-A a Grandes Ligas.

Machado estuvo a la altura en la esquina caliente. Sin importar lo que bateara, con el guante representó una gran mejoría comparado con Mark Reynolds, el dominicano Wilson Betemit y Steven Tolleson, tres de los jugadores de Baltimore que habían tratado defender la tercera almohadilla en el 2012.

"Creo que cuando subes a un muchacho joven, lo que te permite seguir poniéndolo en el lineup (es la buena defensa), porque va a tener sus altibajos ofensivamente", dijo Showalter. "Es el salto más grande en el deporte profesional, de liga menor a Grandes Ligas."

Efectivamente, Machado tuvo sus momentos buenos y no tan buenos al bate. Empezó de manera brillante con el madero, conectando de 4-2 con un triple en su primer juego. Al día siguiente disparó par de jonrones. Bateó de hit en cada uno de sus primeros cuatro juegos y en ocho de sus primeros nueve.

Después de eso bajó al cielo. Terminó la temporada regular bateando .262 en 51 partidos y 191 turnos oficiales, con ocho dobles, tres triples, siete jonrones y 26 empujadas. Aunque su porcentaje de embasarse fue de sólo .294-algo comprensible tomando en cuenta su edad y el salto desde Doble-A-tuvo un slugging respetable de .445.

Y claro, Machado no sólo tuvo que hacer el ajuste a la Gran Carpa, sino también lo hizo en medio de una lucha férrea por la clasificación.

"Desde el primer día que estaba acá arriba el equipo estaba jugando bien", dijo Machado. "Nunca me pasó por la mente que iba a ayudar al equipo en esta parte."

El ascenso de Machado y su guante sólido en la tercera fue parte de una mejoría general de los Orioles a la defensa. Con Nate McLouth estabilizando el jardín izquierdo, Chris Davis adueñándose de una vez por todas del bosque derecho y Mark Reynolds afianzado en la primera, Baltimore arregló lo que había sido una falla seria del equipo durante la primera parte de la campaña.

Al final los Orioles ganaron 93 juegos y clasificaron para los playoffs por primera vez desde 1997. Ahora la lucha es con los Yankees en la Serie Divisional de la Liga Americana.

"Creo que nuestro club mejoró dramáticamente", dijo Showalter al respecto. "Eso permitió que nuestras ventajas valieran algo."

Al igual que su amigo y especie de ídolo Alex Rodríguez, con quien ha entrenado en Miami durante el invierno, Machado se ha trasladado del campo corto a la antesala. Por supuesto, la diferencia es que Machado está apenas empezando su carrera; se supone que en algún momento el joven volverá a las paradas cortas, que son su proyección a largo plazo.

Pero por ahora, Machado es parte de un esfuerzo de los Orioles de seguir dando la sorpresa.

"No hay manera de decir cómo me siento ahora", dijo Machado sobre el giro que ha dado su carrera en el 2012. "Lo que estoy sintiendo nunca lo he sentido jugando pelota. (Espero) seguir ganando y llegar más lejos."