El 31 de agosto, los Cachorros adquirieron al jardinero cubano Leonys Martín de los Marineros. El cambio parecía tener sentido para Chicago por varios motivos, desde la buena defensa de Martín en cada uno de los tres jardines hasta su valor como corredor emergente as a pinch-runner. Sin embargo, con Joe Maddon manejando las cosas como timonel, nada parece sencillo en el mundo de los Cachorros. El lunes, Martín hizo su debut con los campeones por fin durante la derrota de Chicago ante Pittsburgh, pero no fue a la defensa ni corriendo las bases, sino como lanzador.
Había sido un día largo para el bullpen de los Cachorros, luego de que Jacob Arrieta abandonara el partido en el tercer episodio debido a un calambre. Con los Cachorros perdiendo el juego por 8-0 y un out en la octava entrada, el relevista Dillon Maples estaba teniendo problemas. Entonces, Maddon optó por guardar su relevo y puso a lanzar a su nuevo jugador de posición. Aunque Martín batalló un poco en su primer juego como lanzador en Grandes Ligas, permitiendo tres hits y dos carreras, también le puso fin al inning - y demostró la habilidad de defender la posición:

Después del partido, Martín le dijo a MLB.com que la última vez que había lanzado en un juego organizado fue como un muchacho de 17 años en Cuba - y aunque siempre había querido intentarlo de nuevo, nadie le había dado la oportunidad-hasta el lunes.
"Nunca olvidaré este día", expresó. "Lo pedí muchas veces, pero nadie me dejaba pitchar".
La recta de Martín se midió en una velocidad de hasta 91 millas por hora. Esa cifra pudo haber sido mucho más alta si Martín no hubiera estado tan preocupado por su comando.
"Tenía miedo de darle un bolazo a alguien". Dijo. "Trata de tirar la bola por la zona de strike".
Sin duda inspirado por el esfuerzo de su Nuevo compañero de equipo, Jon Jay--de asencencia cubana-lo ayudó salir de la entrada con una impresionante atrapada:

Nota para los gerentes generals de Grandes Ligas: Antes de hacer un cambio con Theo Epstein y la gerencia de los Cachorros, asegúrate de no estar cediendo a un futuro cerrador sin saberlo.