Didi Gregorius se ha convertido en pieza crucial de los Yankees

20 de septiembre de 2017

NUEVA YORK - Pasar a un mercado exigente como el de Nueva York representa un reto para cualquier jugador. Pero en el caso de Didi Gregorius, la transición de los Diamondbacks a los Yankees pintaba aun más difícil por la tarea de tener que reemplazar a una figura muy querida.
El curazoleño fue el elegido por los Yankees para sustituir en las paradas cortas a Derek Jeter, leyenda viviente del club,que fungió como campocorto de Nueva York por 19 temporadas antes de retirarse después de la campaña del 2014. Conocido por su defensa, Gregorius era considerado una obra en progreso con el madero cuando los Yankees lo adquirieron en un canje entre tres equipos en diciembre del 2014.
Gregorius ha hecho quedar como un genio al gerente general Brian Cashman, ya que no sólo ha aportado estabilidad en el campo corto, sino que ha ido en ascenso al bate año tras año desde que se integró a la novena del Bronx. Ahora mismo, incluso se le menciona entre los mejores torpederos de las Grandes Ligas.
Tras batear .265 con nueve jonrones y 56 remolcadas en el 2015, su primera temporada en Nueva York, Gregorius finalizó el 2016 con promedio de .276, 20 vuelacercas y 70 carreras producidas. Este año, batea .291 con 25 cuadrangulares y 84 carreras empujadas en 128 compromisos y ahora mismo funge como cuarto bate de los Yankees.
Pese que no hizo su debut de la temporada hasta finales de abril debido a una lesión en el hombro derecho, Gregorius llegó a la acción del miércoles en el segundo lugar entre los shortstops de las Mayores en cuadrangulares; en ese sentido, solamente lo aventaja el puertorriqueño de los Indios. Gregorius también se encuentra empatado con Lindor en el segundo lugar entre los torpederos del Joven Circuito en carreras producidas.
Dichos números representan marcas personales para Gregorius, quien este año se convirtió en el primer campocorto de los Yankees que conecta 20 jonrones o más en campañas consecutivas. El miércoles, con su cuadrangular número 25, superó el récord de Jeter de bambinazos para un torpedero de los Yankees en una temporada.
Gregorius, de 27 años de edad, no atribuye la mejoría a un ajuste mecánico ni nada por el estilo.
"No cambié nada; [sigo] con el mismo approach", dijo Gregorius. "Trato de dar líneas para todas partes [del terreno] y si se van de jonrones, se van de jonrones. Estoy ahí buscando líneas".
Al preguntársele acerca de Gregorius, el manager de los Yankees, Joe Girardi, afirmó que lo que más le ha dado gusto ver ha sido "su crecimiento en los últimos tres años, desde el principio cuando llegó y trató de hacer demasiado en aquel primer mes, a ser el cuarto bate en nuestro orden.
"Probablemente hubiese empujado 100 carreras de no haberse perdido la primeras cuatro semanas de la campaña", agregó el capataz. "Ha sido algo especial ver su evolución y su desarrollo como jugador y cómo se ha convertido en un líder en el clubhouse".
En cuanto a las expectativas de la afición neoyorquina se refieren, Gregorius considera que la mejor forma de manejarlas es mantenerse enfocado en su juego.
"A los fanáticos les gusta cuando haces tu trabajo bien", dijo Gregorius. "Si no haces el trabajo bien, aquí te lo dejan saber de una vez. Si tú te enfocas en hacer el trabajo bien, vas a estar bien".
Ahora mismo, Gregorius disfruta ser una pieza fundamental de un equipo de los Yankees que se encuentra en plena pelea por la postemporada, en una campaña en la que se suponía que iban a estar en proceso de reconstrucción. El campocorto asegura que nunca se dejó llevar por los pronósticos, señalando que los Yankees se encendieron en la recta final del 2016 luego de haberse desprendido de los relevistas de lujo y el cubano (a quien firmaron de nuevo como agente libre este invierno), al igual que el veterano boricua Carlos Beltrán, para abrirles camino a los prospectos del club.
"Es el mismo equipo", dijo Gregorius. "Si terminamos fuerte el año pasado, ¿por qué no podemos comenzar fuerte este año? Mira dónde estamos ahora".