El pitcher Kendall Graveman se vio obligado a batear en Yankee Stadium

21 de abril de 2016

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NUEVA YORK -- Kendall Graveman consiguió más que sólo la victoria la noche del miércoles en su primera apertura en el Yankee Stadium. El derecho también exhibió un par de sorpresivos swings en la caja de bateo.
Graveman lanzó pelota de tres hits hasta la séptima entrada e impuso una marca personal con ocho ponches, guiando a los Atléticos a la victoria por 5-2 sobre unos alicaídos Yankees.
Tras una lesión sufrida por el antesalista Danny Valencia, los Atléticos renunciaron a su posición de bateador designado y colocaron a Graveman de cuarto bate en el lineup. Con dos corredores a bordo en la quinta entrada, el serpentinero sacó de foul una recta de 97 millas por hora pero terminó ponchándose en tres lanzamientos.