El zurdo cubano Onelki García trabaja para volver a las Grandes Ligas

24 de mayo de 2017

El zurdo cubano de 27 años, Onelki García, tuvo un debut efímero en Grandes Ligas con los Dodgers en el 2013. Él recuerda su salida de Cuba todos los días de su vida. Fue una travesía en embarcación por dos días y pasó momentos complicados que pusieron en juego su existencia.
"Yo me acuerdo de eso como ayer mismo y fue hace siete años ya", expresó García. "Venir en lancha de Cuba para acá es lo más difícil que existe. Y pasar todo lo que pasé, es más difícil todavía. La cosa no se me dio tan fácil".
Tras ser seleccionado en la tercera ronda del draft del 2012 por los Dodgers, García inició su carrera profesional coronada por su llegada a las Mayores un año después. Su ascenso fue meteórico y el 11 de septiembre del 2013 debutó en MLB. Allí pasó por uno de los dilemas del beisbolista profesional: establecerse al máximo nivel.
"Fue lo mejor que me ha pasado en la vida", recuerda García sobre su debut. "Después de salir de Cuba con tantos inconvenientes, jugué sólo un año en las menores y llegué a Grandes Ligas. Fue una gran oportunidad que recibí".
García pasó por un fuerte ciclo de lesiones que no le permitieron asentarse y en 2014 y los Medias Blancas lo reclamaron en waivers. Tras un largo período en las menores entre Doble-A y Triple-A, el zurdo no pudo encontrar su mejor comando y fue liberado el 21 de marzo del 2016.
Actualmente, su meta en el béisbol es regresar a las Mayores y para eso trabaja en la sucursal de Triple-A de los Reales de Kansas City, equipo que le dio contrato de liga menor a finales del año pasado.
"De momento me ha ido bien", comenta sobre su reciente experiencia en Omaha Chase Storms. "No he lanzado mucho, pero sigo trabajando y enfocado para cuando me den la oportunidad seguir haciéndolo bien" agrega.
Hasta el momento García ha lanzado 11.1 innings con efectividad de 2.38 y siete ponches. Su labor desde el bullpen es como especialista en el relevo ante los zurdos. A pesar de que los entrenadores no le han comentado nada acerca de un posible ascenso al equipo grande, García prosigue la búsqueda de su retorno a MLB.
"Tengo que poner de mi parte, trabajar duro y hacerlo bien para subir", expresó. "A mí las cosas se me han hecho siempre complicadas. Los entrenadores me han dicho que siga trabajando con mis piernas para que cumpla mi deseo".
La velocidad de la recta de García se halla por las 94-95 millas. El comando en los lanzamientos ha mejorado, pero el serpentinero no lo descuida y en cada sesión aprende a como corregir los errores.
Entre 2014 y el 2015 el lanzador cubano atravesó por cinco lesiones, tres en el brazo y dos en las piernas.
"He seguido con la cabeza en alto; no me he dejado caer" explicó.
En su interior García cree que pisará de nuevo un terreno de Grandes Ligas. Los dos años que estuvieron pletóricos de lesiones ya son parte del pasado para él. No piensa en su bajón de rendimiento ni en cómo las lesiones le imposibilitaron demostrar su mejor nivel.
Para García sólo existe el presente, subirse al montículo cada noche y batallar por su anhelado sueño que aún permanece intacto en su mente.