En Mis Palabras: Avisaíl García está orgulloso por todo lo que ha logrado

10 de julio de 2017

Durante toda mi carrera he trabajado para mejorar y ser el mejor pelotero que pueda ser en el terreno de juego. Nunca he pensado en nada más que eso, en nada más que dar lo mejor de mí, en ayudar a mi equipo a ganar y hacer sentir orgullosa a mi familia y a mis fanáticos.
Obviamente, he pasado por muchos momentos difíciles, pero momentos que me enseñaron a ser mejor, que me ayudaron a desarrollarme como pelotero y a llegar al punto en el que me encuentro en este momento en mi carrera.
Siempre he creído en mí, sin importar lo que las demás personas digan o piensen de mí. Siempre he creído en mis habilidades, en lo que soy capaz de hacer y sé que hay personas que también han confiado en mí.
Tener la oportunidad de estar en el Juego de Estrellas y representar a los Chicago White Sox es un honor tremendo para mí, pero es también el reconocimiento a todo el sacrificio, a todo el trabajo y esfuerzo que he puesto en mi carrera, especialmente durante el último año.
Luego de la temporada que tuve en el 2016, me propuse trabajar más fuerte, prepararme mejor, enfocarme más en el juego y en sacarle el mayor provecho a las habilidades que Dios me dio para jugar béisbol, porque Dios me bendijo con estas habilidades.
Entre los ajustes que hice fue comer saludable para perder peso y ayudar a mi cuerpo a ser más ágil y rápido. Eso me ha permitido correr con más velocidad, a tener las piernas más frescas y moverme mejor en la defensa.
También trabajé más en el gimnasio y en mi bateo. En el invierno iba a las 5:00 de la mañana al gimnasio y en la tarde, tres o cuatro veces a la semana, iba a batear.
Todo ese trabajo y esa preparación ha sido clave para el buen año que he estado teniendo y por el que tendré la oportunidad de estar en mi primer Juego de Estrella. Ser parte de un Juego de Estrellas es uno de los sueños de todo pelotero una vez llega a Grandes Ligas, y yo trataré de disfrutarlo y sacarle el mayor provecho a esa experiencia, que compartiré con mi familia.
Esto no hubiera sucedido sin el apoyo y la ayuda de mis compañeros de equipo, de mis coaches y Ricky (Rentería), porque este es un juego de equipo y nada de lo que he alcanzado y logrado este año lo hubiera podido hacer sin ellos.
Ir al Juego de Estrellas es otra bendición que Dios me ha dado este año, en el que ya para el próximo mes voy a estar recibiendo a mi segundo hijo, un varón, el primero.
Todo esto, especialmente la elección al Juego de Estrella, es una motivación para seguir trabajando fuerte y enfocado en dar lo mejor de mí cada día, porque sé que todavía hay muchas más cosas que puedo alcanzar y lograr en mi carrera.
Ahora la responsabilidad es mayor, porque sé que esto es solo un punto de partida.