Después de que Jordan Hicks fuese incluido en el roster de los Cardenales para el Día Inaugural a pesar de que nunca había lanzado más allá de Clase-A, el derecho no perdió mucho tiempo para establecerse como uno de los lanzadores de más velocidad en el béisbol, tirando de manera regular pitcheos a más de 100 mph.
Pero como la historia ha demostrado, el solo hecho de lanzar duro -así sea tan duro como Hicks-no es suficiente para poner out a los bateadores de Grandes Ligas. Los pitcheos tienen que moverse.
En el cierre del séptimo inning del juego del martes de los Cardenales contra los Bravos, Hicks demostró una vez más que sus envíos se mueven mucho. Le tiró un sinker a 100 millas por hora a Ozzie Albies que el segunda base de Atlanta tenía muy pocas probabilidades de batear:

Se supone que un pitcheo no puede ir tan rápido y moverse tanto. Sumen esto a las pruebas que nos demuestran porque Hicks se ha convertido en uno de los mejores y más fascinantes relevistas del béisbol en apenas su primera temporada.
Oh, y ni hablemos de la facilidad con la que Yadi lo agarró.