Eugenio Suárez ya cuenta con más confianza como 3B de cara al 2017

1 de noviembre de 2016

CINCINNATI -- Con la tarea de reemplazar en la antesala de los Rojos a una estrella como   en una posición en la que ocasionalmente jugó antes del 2016, el infielder venezolano Eugenio Suárez prácticamente aprendió sobre la marcha y ante miles de aficionados.
En 159 partidos -- incluyendo 149 como titular en la tercera base -- Suárez bateó .248 con 21 cuadrangulares y 70 remolcadas. Aunque mostró poder al bate con 13 vuelacercas en 97 juegos, su producción esta temporada no dejó de sorprenderlo.
"Fue un buen año para mí, porque conecté 20 jonrones. Nunca supe que podía batear 20 cuadrangulares en una campaña en las Grandes Ligas", señaló Suárez antes de que finalizara la campaña.
Hubo momentos en los que el oriundo de Puerto Ordaz tuvo una baja producción en su primer año completo en la Gran Carpa. Tuvo promedio de .173, bateando de 28-0 en mayo. Y en el último mes de la temporada pegó apenas un jonrón.
Defensivamente en la tercera base, Suárez encabezó las Grandes Ligas en dicha posición con 23 errores, pero 12 de ellos fueron cometidos en los primeros 53 juegos.
Suárez, un campocorto que hizo la transición a la antesala, demostró que podía realizar jugadas espectaculares, pero ocasionalmente caía en los errores de rutina.
"Lo más importante que me llevo de esta posición es que tengo que estar listo", explicó el jugador del cuadro. "Tienes que mantenerte enfocado, porque la bola te llega más rápido y debes estar listo y realizar la jugada. Si ves los errores que cometí este año, sé que no estaba listo para las rodadas de rutina".
Suárez, de 25 años de edad, fue el jugador que más crecimiento mostró por los Rojos desde el inicio de la temporada hasta el final.
"Me siento contento porque he mejorado bastante en la tercera base", expresó Suárez. "Definitivamente fue una buena temporada para mí. Hubo altas y bajas, pero me siento bien porque aprendí a hacer mi trabajo en la tercera base. Me siento bien en la posición ahora y fue un año de aprendizaje para mí, porque nunca había jugado tantos partidos en la tercera base".