Félix hizo historia al llegar a los 2,000 ponches
SEATTLE -- El dirigente de los Marineros, Lloyd McClendon, siempre sabe que está viendo algo especial cuando el venezolano Félix Hernández se sube a la lomita. Tras años de verlo desde la cueva contraria, el piloto -- en su segunda campaña al mando de Seattle -- ha quedado aun más impresionado con lo que ha visto desde cerca.
Hernández le dio a McClendon la oportunidad de ver algo histórico la tarde del domingo en el cierre de la serie de los Marineros contra los Atléticos. El derecho consiguió el ponche 2,000 de su carrera al retirar a Sam Fuld con un strike cantado en el quintó capítulo.
"Desde lejos cuando estaba del otro lado, sabía que era muy bueno, pero no sabía cuánto le gustaba competir", señaló McClendon. "Y es un gran compañero; entonces le siguen lloviendo los elogios a este muchacho.
"Es maravilloso verlo cada quinto día y pienso que todos estamos bendecidos por ser testigos de esto. No estoy seguro si todos se dan cuenta de lo que en verdad está haciendo, pero este muchacho es bastante, bastante bueno".
Los aficionados en el Safeco Field le dieron a Hernández una ovación de pie mientras el as tiraba la bola al dugout como recuerdo y luego daba vueltas por el montículo. El diestro terminó con seis ponches en siete capítulos en la victoria de Seattle sobre Oakland para llegar a foja de 6-0 en la presente temporada.
Hernández, a sus 29 años y 32 días de edad, es uno de los cuatro serpentineros más jóvenes en llegar a los 2,000 ponches. Solamente Bert Blyleven, Sam McDowell y Walter Johnson han alcanzado dicha hazaña con menos edad. Hernández también fue uno de los cuatro más jóvenes en llegar a los 1,000 ponches cuando lo logró el 25 de agosto del 2010.
"Es un momento bastante especial", declaró Hernández, quien reconoció que solamente pensaba en conseguir la victoria en lugar del hito. "Estoy muy contento".
Los ocho ponches de Hernández en su presentación del 4 de mayo contra los Angelinos lo ayudaron a superar a Johan Santana como el venezolano con más ponches de por vida en las Grandes Ligas.