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Francisco Lindor se gana poco a poco el respeto en Indios

CLEVELAND -- Como suele pasarle a los novatos, el torpedero puertorriqueño de los Indios, Francisco Lindor, cometió una falla en el primer juego de la serie de la Tribu ante los Cerveceros. No sólo fue una novatada, sino que fue un error que rompió una de las principales reglas en el béisbol: nunca seas el tercer out de una entrada en la tercera base.

El campocorto de 21 años de edad acababa de pegar un doblete con dos outs para impulsar al dominicano José Ramírez y Jason Kipnis para extender la ventaja de Cleveland. El jardinero derecho dominicano de Milwaukee, Domingo Santana, no alcanzó al hombre del corte en el cuadro interior y la bola llegó lentamente a la lomita.

Cuando el antesalista dominicano de los Cerveceros, Elián Herrera, fue a alcanzar la pelota, Lindor corrió hacia la tercera base. Herrera tomó la bola y se desató una carrera hacia la almohadilla. Ambos se zambulleron, Lindor perdió la carrera y así concluyó el episodio.

El boricua miró hacia la cueva un poco incrédulo. Su enorme falla fue recibida con una reacción poco vista -- risas. Tras errores cometidos por novatos, muchos en la cueva de cualquier equipo estarían enfadados. Pero por su falla Lindor escuchó varias bromas.

Con su batazo Lindor le había dado una amplia ventaja a los Indios y al final aquella jugada no tuvo mucha importancia en el encuentro. Todo eso fue factor en la respuesta con sonrisas. Pero también demuestra la impresionante presencia que Lindor trae, y la huella que ya ha dejado en su club de Grandes Ligas tras apenas 64 partidos.

"Pienso que lo más importante es que debes demostrar tu verdadera personalidad", señaló el dirigente de la Tribu, Terry Francona. "Si no lo haces, nadie aquí aceptaría eso. Pero creo él es así. Siempre llena a todos de alegría. Le dices algo, sonríe y dice gracias. Es difícil que le caiga mal a alguien".

Francona y Michael Brantley bromearon después del juego diciendo que Lindor creía que era "invisible" mientras corría las bases. Sin embargo, al preguntársele sobre su invisibilidad, la sonrisa de Lindor desapareció rápidamente y al reconocer su error se vio una pequeña muestra del motivo por el que se ha ganado rápidamente el respeto de sus compañeros.

"Primero que todo, es un gran error", expresó Lindor. "Fui el tercer out en la tercera base".

Nunca es fácil para un novato -- incluso un gran talento con una gran personalidad -- acoplarse a un clubhouse de Grandes Ligas sin problemas. Lindor simplemente no ha tenido esos problemas. Desde el primer día, se ha comportado como un veterano de 10 años, y sus compañeros también lo han tratado así. Cuando los veterano le hacen bromas, Lindor les responde con otra broma. Para ganarse el respeto, debes ser respetuoso, un concepto que puede ser difícil de captar para un jugador de 21 años de edad.

La verdad es que Lindor no es como cualquier jugador de 21 años de edad.

"Creo que viene de mis compañeros", indicó Lindor. "La cantidad de libertad que me han dado para disfrutar del juego y divertirse a mi lado. Me han permitido ser Francisco Lindor, un muchacho que siempre sonríe y siempre se divierte. Así soy yo. Y me han dejado ser la misma persona. Así es que tomas confianza, y estoy contento que me han permitido hacerlo".