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Golpeado o no, Salvador Pérez es fuerte como el roble

TORONTO -- Con estatura de seis pies/tres pulgadas y peso aproximado a las 240 libras, no es difícil imaginar cómo Salvador Pérez es víctima constante de proyectiles al cuerpo, que van desde fouls que salen velozmente del madero de los artilleros y uno que otro palo por la cabeza.

Pero eso no es nada nuevo para Pérez, careta estelar de los Reales de Kansas City, que pese a las exigencias de su dura profesión es uno de los receptores más durables de la actualidad en el Béisbol de Lujo.

"Es que soy joven", contestó Pérez, en medio de una sonrisa, a una pregunta de LasMayores.com. "Me entreno cada día con la ayuda del preparador físico. Tinas y más tinas de agua caliente. Trabajo fuerte y Dios, gracias a a Dios, por mantenerme saludable".

Como si no le hubiera pasado nada, Pérez salió de nuevo a la batalla para el Juego 5 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, pese a dos fuertes golpes recibidos en el partido previo, apenas unas horas antes, uno de ellos a la clavícula y otro a la mandíbula.

"Me dio un mareo cuando la pelota me pegó en el rostro", informó Pérez horas antes del quinto encuentro. "Creo que los golpes más fuertes para mi son los que vienen directamente a la cara. Por eso, a veces cuando hacen swing bajo un poquito la cabeza".

Los constantes golpes y el lógico trajinar de la rutina para un receptor de las Grandes Ligas no le ha impedido promediar sobre los 140 encuentros por temporada en las tres campañas más recientes, incluyendo 150 cotejos en 2014.

El venezolano de 25 años de edad sabe que ser grandote le convierte en una diana mucho más accesible a los golpes que lo que pudiera ocurrirle a un receptor de mediana o pequeña corpulencia.

"[El puertorriqueño Sandy Jr] Alomar me dijo 'Sal', no podemos hacer nada al respecto, te van a pegar no importa qué hagas'", expresó Pérez de conversaciones con el otrora corpulento y a la vez estelar receptor de las Grandes Ligas. "Somos fuertes, somos tipos grandes, es más fácil recibir golpes que los tipos pequeños".

El dirigente de los Reales, Ned Yost, quien a su vez fuera un receptor en las Ligas Mayores, ha sido testigo de los contundentes impactos que ha recibido Pérez, pero sabe que el venezolano es fuerte como el roble.

"Una de las razones por las que lo saqué el otro día fue que venía a relevar [el dominicano Kelvin] Herrera y él recibe muchos golpes al rostro con esos fouls que regresan directamente a toda velocidad … Y con Herrera se producen muchos de esos batazos".