Indios esperan ver a un Francisco Lindor más "pulido" en 2016

4 de marzo de 2016
Ross D. Franklin/AP

GOODYEAR, Arizona -- El puertorriqueño Francisco Lindor es una de las jóvenes promesas del béisbol y todo Cleveland espera que pueda ayudar a los Indios a volver a la postemporada. En el 2015, el torpedero tuvo una de las temporadas como novato más memorables en la historia de la franquicia, y su preparación para su segunda campaña marcha a todo motor en Arizona.
Durante unas prácticas hace unos días, Lindor fildeó una rodada en el campo corto, y luego utilizó su guante para tirar la bola entre sus piernas hacia el intermedista Jason Kipnis. En otro roletazo, Lindor atrapó la pelota con la mano pelada mientras corría y la pasó rebotando hacia su compañero de doble matanza.
Aunque Miguel, el padre de Lindor, ayudó al campocorto a pulir sus fundamentos, también lo animó a practicar jugadas de fantasía durante sus sesiones de rodadas, las cuales atrapaba en el pie de una empinada colina. Le fue de bastante ayuda tener a su lado a su hermano mayor, Miguel, y su primo, Christian, para manejar los roletazos cuando eran niños. Miguel padre también los animaba a que hicieran jugadas aún más lujosas.
Francisco Lindor hizo todo lo posible no sólo para mantenerse a la par, sino para ser mejor.
"Siempre me enseñaron que era maravilloso hacer brillantes jugadas", declaró Lindor. "Mi padre me ponía a fildear bastantes rodadas y siempre lo hacía divertido. Nunca eran hacia mí. Eran hacia un lado. Dejaba que me divirtiera. Me dejaba hacer trucos. Me bateaba un roletazo y me pedía que hiciera una jugada muy buena".
Lindor -- quien terminó de segundo en las votaciones por el Novato del Año de la Liga Americana detrás de su compatriota y también torpedero Carlos Correa -- sintió la misma clase de competencia amistosa en la temporada muerta. Trabajó con Dee y Nick Gordon, Rickie y Jemile Weeks, y Darnell Sweeney, y se animaban durante los ejercicios como lo hacía Lindor con sus hermanos y primo hace varios años.
Mientras trabajaban en el invierno, el campocorto Salón de la Fama, Barry Larkin, estuvo presente para instruirlos.
"No podía creer que él nos estaba ayudando", dijo Lindor acerca de su trabajo con Larkin. "Es una gran persona. Fue una bendición tenerlo con nosotros".
Lindor dijo que cuando era niño recuerda ver a Larkin. Su jugador favorito fue el boricua Roberto Alomar, quien vistió el número 12 como también lo hace Lindor con la Tribu. Lindor expresó que también estudió cómo el venezolano Omar Vizquel - otro ex miembro de los Indios -- jugaba la posición. El joven infielder también señaló al dominicano José Reyes, Derek Jeter y Alex Rodríguez como los otros jugadores que seguía de cerca.
"Traté de tomar un poco de cada uno de ellos", manifestó Lindor. "Mi padre siempre me dijo, que tomara algo de todos y hazlo parte de tu propio juego".
Durante su gran campaña como novato, Lindor definitivamente dio muestras de grandeza.
En la caja de bateo, Lindor sorprendió a la gente con su poder, sacudiendo 12 jonrones con 22 dobletes y cuatro triples en sus 99 partidos. El bateador ambidiestro tuvo un promedio de .313 para acompañar su .835 de OPS (porcentaje de embasarse más slugging), anotando 50 carreras, empujando 51 y robándose 12 bases. A la defensa, encabezó a los torpederos de la Liga Americana con 10 DRS (Carreras Evitadas a la Defensa) y lideró a los campocortos de la Gran Carpa (mínimo de 800 entradas) con un UZR/150 de 18.9.
Por eso muchos se atreven a decir que las expectativas para Lindor están por las nubes.
"No creo que puedas calificar a alguien como un Salón de la Fama después de tres meses en las Grandes Ligas", indicó el piloto de los Indios, Terry Francona. "Pero tampoco quiero restarle importancia a lo que ha hecho. Nos encanta tenerlo aquí. Este muchacho es bastante bueno. Si ves los partidos es evidente. Puede hacer de todo".
Lindor ha recorrido bastante camino desde que practicaba con su padre.