JC Ramírez, orgulloso de representar a Nicaragua en Grandes Ligas

27 de junio de 2017

El serpentinero nicaragüense JC Ramírez tiene motivos para sentirse orgulloso ahora mismo. Aunque ha tenido dificultades en el montículo en el mes de junio, el diestro fue una grata sorpresa para los Angelinos en abril y mayo en su transición del bullpen a la rotación. Y en su última apertura el sábado, se recuperó al limitar a los punteros Medias Rojas a una carrera en 6.0 innings de labor en el Fenway Park.
Pero más allá de su actuación en el terreno de juego, a Ramírez lo llena de satisfacción ser uno de apenas 14 jugadores nicaragüenses que han visto acción en Grandes Ligas.
"Me siento muy orgulloso de representar a mi país", dijo Ramírez, de 28 años de edad. "No (somos) muchos peloteros [nicaragüenses] en Grandes Ligas. Estamos dando a conocer ahora que sí hay béisbol allá y que sí producimos buenos peloteros".
El primer ligamayorista nicaragüense fue el serpentinero Dennis Martínez, conocido como "El Presidente", quien lanzó en Grandes Ligas de 1976 a 1988. Ahora mismo, hay tres jugadores activos en la Gran Carpa que provienen de Nicaragua: Ramírez, el abridor Erasmo Ramírez de los Rays y el infielder Chelsor Cuthbert de los Reales.
Ramírez atribuye su pasión por la pelota a su mamá y su abuelo, a quienes describe como "100% fanáticos de béisbol".
"Siempre estaban [siguiendo el béisbol] en la radio y la televisión", dijo Ramírez "Se me fue creando ese hábito de escucharlo con ellos o verlo, hasta que se me abrió la posibilidad de poder ir a un campo a jugar pelota. Pude experimentar lo que era el béisbol y me gustó mucho".
Ramírez, quien firmó con los Marineros como agente libre a sus 16 años de edad, fue parte del canje en que el zurdo Cliff Lee pasó de Filadelfia a Seattle en diciembre del 2009. El oriundo de Managua hizo su debut de Grandes Ligas por los Filis en el 2013.
Desde entonces, Ramírez ha lanzado por Arizona, Seattle, Cincinnati y Los Ángeles-Anaheim. Esta temporada, tiene foja de 7-5 con efectividad de 4.38 en 17 presentaciones por los Angelinos, incluyendo 14 aperturas. El diestro había fungido exclusivamente como relevista previo a esta temporada.
Cuando empezó a jugar béisbol, a Ramírez le llamó la atención ser lanzador, ya que le permite estar "en control del juego".
"Sin el lanzador no hay juego", señaló Ramírez. "Sé que [están] los bateadores, los batazos, las carreras, pero si no hay un pitcher que tire la pelota, no se puede jugar béisbol. Cada cinco días que voy a pitchear, soy el dueño del juego".
El fin de semana pasado, Ramírez vio de cerca a su ídolo de la infancia, el Salón de la Fama dominicano Pedro Martínez, quien estuvo en Boston para el retiro del número de 34 de su compatriota, David Ortiz. Ramírez no ha podido conocer personalmente a Martínez, pero espera que eso suceda en algún momento.
"Me gustaba cómo pitcheaba, la agresividad", dijo Ramírez acerca del astro quisqueyano.
Ahora, Ramírez pretende ser una inspiración para los jugadores jóvenes de Nicaragua que aspiran a militar en la Gran Carpa.
"Me siento orgulloso de ser parte de los primeros 14 [nicaragüenses] que hemos estado en Grandes Ligas y de estar en este nivel. [Ahora puedo] darle la poca experiencia que tengo a los chamaquitos que vienen creciendo y puedo hablar con ellos y decirles que trabajen duro para que lleguen".