SAN DIEGO -- Las temporadas más recientes de los Tigres de Detroit no han tenido un desenlace muy sonriente que se diga en cuanto al pitcheo de relevo se refiere, pero cuentan con talento joven que al paso del tiempo pudiera revertir exitosamente esa característica.
Uno de esas semillas de la organizacion felina es Joe Jimenez, fruto de una familia boricua en la que se respira pelota por todos lados y egresado de la Academa de Béisbol de Puerto Rico, la misma cuna del paracorto Carlos Correa, promesa convertida en fabulosa realidad con la franela de los Astros de Houston.
A diferencia de Correa, #1 del Draft de Talento para las Grandes Ligas en el 2012, Jiménez no fue seleccionado en ese proceso, pero desde que firmó con los Tigres se ha constituído en un tremendo acierto para la organización de la Ciudad Automotriz.
"Me ha ido súper bien, gracias a Dios", informó Jiménez, de 21 años de edad, de su faena en lo que va del 2016 en las ligas menores. "Comencé en la clase 'A' fuerte en la Florida State League y a finales de mayo me subieron a la Doble 'A', que está en Pensylvannia".
Los números hilvanados por Jiménez le dan mayor validez a los comentarios del nativo de San Juan, Puerto Rico, que acudió por segunda vez al Juego de las Futuras Estrellas y que retiró un tercio de entrada en blanco para sacar de un atolladero al abridor Alex Reyes. Entre los dos niveles amasa récord de 3-1, con efectividad de 0.83, tiene de 17-17 en oportunidades de salvamento convertidas en realidad y ha ponchado a 50 bateadores en 32.2 episodios.
Su ascenso a la Doble 'A' se produjo luego de que no le bateaban ni fouls en la Clase 'A', al punto de que tuvo efectividad perfecta de 0-0 en 17 desafios.
"Tengo la recta, el slider y estoy trabajando en el cambio, que ahora estoy tirando más a menudo", reveló Jiménez. "Ya había venido a las Futuras Estrellas y sé más o menos la experiencia de pasar por aquí. Estoy súper contento de estar con los mejores peloteros de las ligas menores este año. Me siento bien orgulloso por mí y por todos los muchachos". 
La pelota no es un secreto para este derecho de la Isla del Encanto. Primero, porque en su familia se "habla" béisbol hasta cuando todos están dormidos. Segundo, porque su educación secundaria fue a nivel de una academia deportiva bien prestigiosa.
 "Todos en mi familia han sido peloteros, pero el único otro profesional es mi hermano mayor, A.J. Jiménez, receptor que está con la organización de los Azulejos de Toronto", indicó Jiménez. "Siempre he vivido en la pelota. Mi papá [José "Papo" Jiménez] fue lanzador en la liga nativa de Puerto Rico.
"Ir a la Academia de Béisbol de Puerto Rico era un poquito al dificil al principio", recordó Jiménez. "Tenía que manejar, ir con alguien o mi papá me llevaba. Yo vivía como a 45 minutos de la escuela. La mayoría del tiempo cogía un aventón con uno de los muchachos que vivía cerca de mí. Llegaba a la escuela a eso de las cinco de la mañana y salía como a las cuatro de la tarde para virar para la casa otra vez".
La educación recibida en esa academia es algo que Jiménez siempre va a valorar, porque estudió no solamente para un futuro mejor en la vida sino para cómo desenvolverse en el exigente mundo de la pelota.
"Es como un High School en los Estados Unidos", detalló Jiménez. "Te gradúas en el cuarto año y a los 18 de edad. Somos parte del draft en Estados Unidos. Prácticamente estamos en el mismo proceso que ellos [los jovencitos en la secundaria de la tierra del tío Sam]".
Con la organización de los Tigres, Jiménez se siente como pez en el agua y espera que con el tiempo haga los méritos suficientes para subir a la meca de la pelota.
"Desde el principio cuando yo firmé en el 2013 me desarrollaron súper bien relevando, hasta llegar al mejor punto que tengo ahora mismo", agradeció el veloz derecho. "Tengo que seguir lo que estoy haciendo. Seguir trabajando fuerte. Me siento preparado para subir a las Grandes Ligas. Que sea lo que Dios quiera".