Jorge Soler, el arma secreta del arsenal de Joe Maddon

19 de octubre de 2016
David Banks/Getty Images

LOS ANGELES - Las lesiones le han impedido a exhibir todo el potencial que tiene como pelotero de las Grandes Ligas, pero el talento del jardinero cubano y su habilidad para producir en momentos de apremio no han pasado inadvertidos para el dirigente de los Cachorros de Chicago, Joe Maddon.
"Aporta profundidad a la alineación, especialmente frente a lanzadores zurdos", proclamó el manager de los Cachorros del guardabosque antillano de 24 años de edad.
Tanta fe le tiene Maddon a Soler que no titubea para alinearlo a la hora buena, aún si tiene que enviar a la banca a su titular del bosque derecho, , como ocurrió en el Juego 3 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional frente a los Dodgers de Los Ángeles.
La hipótesis de Maddon en torno a lo valioso que puede ser Soler tiene bases contundentes. El nativo de La Habana, Cuba, bateó .474, con tres jonrones en la postemporada del 2015. De hecho, el joven cubano posee una marca histórica como el primero en la historia de las Grandes Ligas que se embasó en sus primeras nueve apariciones en la postemporada.
Si se suman los turnos de Soler acumulados en sus primeras tres temporadas al nivel de las Grandes Ligas (682), lo equivalente a un titular en el Béisbol de Lujo en un año, surgiría un saldo impactante de 27 cuadrangulares y 98 carreras impulsadas.
En el 2016, bateó .277, con 10 cuadrangulares y 25 carreras impulsadas en sus 53 juegos finales de la campaña luego de promediar .174 en sus primeros 33. En un lapso de 11 encuentros, trituró a los lanzadores con .438 y se embasó en todos esos desafíos.
No es fácil para un pelotero tan joven y promisorio el tener que encarar el fantasma de las lesiones, pero Soler tiene la suficiente madurez como para superar esas pesadillas físicas sin bajar la cabeza.
"Es bastante difícil", aseguró Soler, "Me he lesionado, son cosas que pasan en la pelota, no las puedo controlar. Pero cuando ha estado fuera han subido a otro muchacho que ha hecho buen trabajo".
Soler, que se conceptúa como "mejor bateador que fildeador" y que considera que de estar saludable pudiera ser capaz de producir el batazo largo con frecuencia, se siente contento de ser parte de los Cachorros en un momento que pudiera ser bien importante en la historia de la franquicia que cuenta con tantos aficionados a nivel nacional, pero no acude a una Serie Mundial desde 1945.
"Me siento bastante orgulloso de estar en Chicago", manifestó Soler. "Sería maravilloso que pudiéramos ganar el campeonato. Sé que tenemos ciento y pico de años [desde 1907] que eso no pasa".