José Abreu rendiría más con una mayor producción en Chicago

24 de marzo de 2016

GLENDALE, Arizona -- José Abreu no es de los que se quejan.
El cañonero cubano de los Medias Blancas minimizó el hecho de que los lanzadores de la oposición pocas veces le tiraron pitcheos cómodos en sus primeras dos temporadas de Grandes Ligas. En cambio, elogió a Adam Dunn porque "su trayectoria fue muy buena" y asegura que Adam LaRoche siempre trató de ayudarlo a pesar de que "fue un mal año para él, porque no estaba acostumbrado a la posición de bateador designado".
Y todo esto lo dijo en un tono serio.
Cuando le dije que estaba siendo demasiado respetuoso, Abreu sonrió.
"Mis padres me criaron de esa manera", externó Abreu.
En Cuba, Abreu también aprendió a ser uno de los bateadores más temibles del planeta. Eso es lo que ha sido con los Medias Blancas, ¿pero cuánto daño adicional habría podido hacer si los pitchers se hubieran visto obligados a retarlo?
La respuesta la sabremos pronto.
En uno de los movimientos de más impacto para cualquier equipo durante el receso de temporada, los Medias Blancas enviaron a tres prospectos a los Rojos a cambio del estelar antesalista Todd Frazier. Frazier, quien acaba de cumplir 30 años de edad, viene de una campaña en la que impuso una marca personal en jonrones con 35 y ha generado un WAR (Victorias por Encima del Reemplazo) combinado de 9.3 en las últimas dos temporadas, igualando los números de Abreu en dicho departamento (5.5 en 2014 y 3.8 en 2015).
"Estoy emocionado por ver cómo nos va a ir este año con Frazier bateando detrás de mí", manifestó Abreu. "Es un extraordinario pelotero, un gran bateador. Hemos venido hablando acerca de lo que podríamos hacer durante la temporada. Sólo tenemos que esperar a que comience la campaña para saberlo".
A pesar de que Abreu tuvo su segunda temporada consecutiva con al menos 30 cuadrangulares y 100 carreras remolcadas, los Medias Blancas terminaron en el sótano de la Liga Americana en carreras anotadas y jonrones el año pasado. Pero con un lineup remodelado, que cuenta con los recién llegados Frazier, Brett Lawrie, Austin Jackson, Jimmy Rollins y la dupla en la receptoría compuesta por Alex Ávila y el venezolano Dióner Navarro, los Patipálidos podrían dar un salto similar al que los Astros dieron en 2015, cuando Houston anotó 100 carreras más para pasar del 14to al quinto lugar en la Liga Americana en dicho departamento.
Con una rotación encabezada por Chris Sale, el colombiano José Quintana y Carlos Rodón (y Carson Fulmer casi listo para aportar), la escuadra del piloto Robin Ventura dará mucho de qué hablar en caso de que eso suceda.
El impacto de Frazier en el clubhouse podría ser de gran ayuda, especialmente para aquellos peloteros que se sintieron traicionados cuando LaRoche decidió retirarse después de pedírsele que limitara la presencia de su hijo.
"Siempre está de buen humor", opinó Abreu acerca de Frazier. "Cuando está en un lugar, siempre está brillando. Tiene una gran personalidad. Siempre está feliz, siempre está divirtiéndose. Siempre trata de relajar a los demás. Eso es bueno. Ya sabe lo que es ganar y sabe lo que tenemos que hacer para ganar".
Los Medias Blancas perdieron 99 juegos en 2013 pero no estaban listos para una reconstrucción, no con Sale y Quintana en la rotación. En cambio, los del sur de Chicago ganaron la puja por Abreu, un cañonero con disciplina en la caja de bateo quien acababa de dar una probadita de su talento con tres cuadrangulares y nueve carreras remolcadas en seis partidos por la Selección de Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol.
Abreu no ha defraudado desde que firmó un contrato de seis años y US$68 millones, pero los Medias Blancas apenas ganaron 73 juegos en 2014 y 76 en 2015, incluso después de haber adquirido a David Robertson, el dominicano Melky Cabrera, Jeff Samardzija y LaRoche en ese trecho. Abreu ha mantenido la calma sobre el terreno y ha sido paciente con su club, aun cuando los lanzadores pocas veces le han tirado pitcheos cómodos.
Aunque a menudo se ve obligado a hacerle swing a lanzamientos fuera de la zona de strike, Abreu se ha mantenido como un bateador productivo. El cañonero de 29 años de edad fue el Novato del Año y finalizó en cuarto lugar en las votaciones para el Jugador Más Valioso de la Liga Americana hace dos temporadas, cuando bateó para .317 con 36 vuelacercas y encabezó la liga con un porcentaje de slugging de .581.
Esos números son difíciles de superar, pero esta campaña el cubano tiene muchas probabilidades de lograrlo, gracias a que contará con otro bate de mucho peso en pleno apogeo de su carrera bateando detrás de él en la alineación.
"Lo que [Abreu] ha hecho, con la ofensiva que tuvimos, por sí solo es impresionante", destacó Ventura. "Pero ahora contará con protección. Creo que la llegada de Todd le beneficiará. Siento que pocas veces recibió pitcheos francos, pero aun así fue capaz de sobrevivir a ello y de alguna manera supo terminar con números impresionantes".