LOS ANGELES - Por un lado, Justin Verlander ha sido una especie de salvador para los Astros desde que llegó a Houston de los Tigres vía cambio el 31 de agosto. Con los "siderales", el derecho lleva marca de 9-0, incluyendo 4-0 con efectividad de 1.46 en esta postemporada.
Pero por otro, el veterano de 34 años tiene récord de 0-3, promedio de carreras limpias de 7.20 y cuatro jonrones permitidos en tres aperturas de por vida en la Serie Mundial, con Detroit en el 2006 y el 2012.
El miércoles, Verlander tratará de cambiar esa historia cuando se suba al montículo por los Astros en el Juego 2 del Clásico de Otoño contra los Dodgers en Chávez Ravine, con Houston abajo 1-0 en la Serie.
Hasta ahora, sólo se ha visto lo positivo de Verlander en los predios de Houston, donde el veterano parece haber recobrado el poder de su recta con una velocidad que redondea las 97 millas por hora.
"Es bastante notable", comentó el manager de los Astros, A.J. Hinch. "Se me dijo que él se volvía más fuerte en el transcurso de un partido, y todo lo que ha hecho lo comprueba. Y luego, cuando ves ocurrir eso en el mayor escenario, en los momentos más grandes de nuestros partidos más importantes, uno se convierte en creyente".
Pese a su historial dudoso en Series Mundiales, Verlander lleva 11-5 con efectividad de 3.00 en 20 juegos (19 aperturas) de postemporada de por vida. Viene de ganarles dos encuentros a los Yankees en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, permitiendo una sola carrera en 16.0 entradas, con 21 ponches.
"Creo que el enfoque mental está en otro nivel", dijo Verlander acerca de sus éxitos en playoffs. "Es insostenible durante el transcurso de la temporada regular, porque te cansarías. Pero es otro nivel. No sé exactamente cómo explicarlo".
Podría haber preocupaciones por el cargo de trabajo de Verlander a esta altura del año, ya que el diestro estará haciendo su apertura número 37 entre campaña regular y playoffs, más una presentación como relevista durante la Serie Divisional contra los Medias Rojas el 9 de octubre.
Pese a que Verlander viene de hacer un total de 223 pitcheos en sus últimas dos salidas, Hinch y los Astros confían en que se verá la misma fortaleza que han observado desde que el veterano llegó a Houston.
"Le queda mucho en el tanque para hacer esto durante múltiples años", dijo Hinch. "A él le importa conseguir el anillo (después de dos derrotas en Serie Mundial con Detroit). La manera en que él ha rendido ha sido de primera clase".