La extensión de José Altuve es una gran noticia para los Astros y la ciudad de Houston

20 de marzo de 2018

HOUSTON - El venezolano José Altuve es uno de esos jugadores que aparece una vez por generación, el tipo de pelotero que ayuda a definir a un deporte entero con su grandeza y su entrega, su profesionalismo y su humildad, su decencia y su calidad humana.
Por eso es que los Astros de Houston hicieron lo que hicieron el lunes, cuando anunciaron de manera oficial la extensión de contrato por cinco años y US$151 millones para el vigente Jugador Más Valioso de la Liga Americana, tres veces campeón bate del Joven Circuito y rostro de los campeones defensores de la Serie Mundial.
Este acuerdo colocará a Altuve, de 27 años, bajo contrato por las próximas siete temporadas, hasta el 2024, cuando cumplirá 34 años. El pacto actual tenía dos temporadas más, y el solo hecho de pensar en Altuve vistiendo otro uniforme era razón de escalofríos para la organización y la ciudad.
Hay que quitarse el sombrero ante Jim Crane, el propietario de los Astros, por hacer realidad este contrato. Igualmente ante el agente Scott Boras por llegar a un acuerdo con el gerente general de los Astros, Jeff Luhnow.

Quizás al final del día, todos llegaron a la misma conclusión: Más allá del dinero, algo que Altuve sin duda iba a poder conseguir en un montón de otros lugares, nunca será tan querido como en esta ciudad.
Dejemos los números a un lado por un momento. Claro, hay factores del mercado que entraron en juego, pero eso está muy, muy lejos de lo importante para toda la gente a la que le importa este equipo de pelota.
Y no sólo estamos hablando de los fanáticos, aunque sean ellos la razón principal. Debido a que mide 5'6 (1.67 metros), Altuve es un recordatorio viviente de que la grandeza en las Grandes Ligas no se mide por el tamaño.
Este deporte también recompensa al talento y al corazón. Eso es lo que José Altuve representa para el que vende seguros, el chofer de camiones y el trabajador de los campos petroleros. José Altuve también representa su sueño.
Los Astros han visto a dos de sus íconos -- Craig Biggio y Jeff Bagwell - ser exaltados al Salón de la Fama desde julio del 2015. Y ahora sabemos que en algún momento del futuro, Cooperstown va a ser sede de la que quizás sea la mejor y más grande fiesta en la historia de los Astros.
Por mucho que los fanáticos adoren a Bagwell y Biggio, ningún jugador en la historia beisbolera de esta ciudad está por delante de Altuve en cuanto al amor de la afición se refiere.
Bagwell y Biggio piensan de esa manera, de hecho. Ambos se deshacen en elogios hablando de Altuve, de su talento y su ética de trabajo. Estaban felices de que hubiese liderado a los Astros hasta etapas del béisbol de octubre que ellos nunca conquistaron.
Aquella mágica noche de noviembre pasado cuando los Astros finalmente alzaron el trofeo, ambos estaban en el terreno del Dodger Stadium, y el primer jugador que mencionaron fue Altuve.
"Es imposible no adorarlo", dijo Bagwell. "No es sólo su talento. Es todo lo que se preocupa por este equipo".
Los coaches y los compañeros de Altuve aprecian su incansable y constante ética de trabajo, la forma en la que entra al clubhouse cada día y empieza su rutina de trabajo en la jaula y de estudiar videos, algo que le toma una hora o más antes de ponerse el uniforme y hacer las cosas que los peloteros de Grandes Ligas hacen todos los días.
Hay algo más que admiramos de José Altuve: Sabe valorar cada cosa que este juego le ha dado, y quizás sea por eso que juega con esa alegría y esa energía que han ayudado a definir al mejor equipo del béisbol.
Una y otra vez, los fanáticos que ven los bailes y los abrazos en el dugout y escuchan sobre las locas celebraciones tras los juegos.
"¿Estos muchachos de verdad son así?", interrogan.
Sí, de verdad son así. Así son y el puertorriqueño , y el venezolano y muchos otros en los Astros. Pero todo empezó -y sigue siendo así- con Altuve.
Altuve creció en Venezuela con el sueño de ser pelotero, jugando en la calle con escobas y pelotas caseras. Ya para esa época la gente empezaba a notar que aquel pequeñito era muy talentoso.
Cuando empezó a asistir a pruebas, los scouts dijeron que podían notar que tenía algunas herramientas, pero no iban a llamar a la oficina del equipo a decir que habían firmado a niño tan pequeño.
Los Astros tuvieron la suerte de que Altuve siguió insistiendo, una y otra vez. Finalmente, necesitaban a un jugador para un partido en la academia, y fue allí cuando el scout y ex dirigente de Grandes Ligas, el venezolano Alfredo Pedrique, llamó a su jefe Tim Purpura, el gerente general de los Astros en aquel entonces, para pedirle su aprobación y poder firmar al muchacho por US$15,000.
"Yo espero que los equipos aprendan la lección al momento de evaluar a los peloteros", dijo otro venezolano, el bateador designado de los Tigres y uno de los héroes de Altuve, Víctor Martínez. "No se trata de lo alto que seas. La cuestión es tu talento. Tu corazón".
Esa es sólo parte de la historia. Altuve escaló rápido por las menores e hizo su debut a los 21 años en el 2011. Rápidamente se convirtió en un buen pelotero dentro de un equipo malo, y ESPN casi lo hizo famoso midiendo el tamaño de las cosas en "Altuves".
Después de tres temporadas, tenía un promedio vitalicio de bateo de .285 y un viaje al Juego de Estrellas, pero el que era el coach de bateo de los Astros en ese momento, John Mallee, retó a Altuve para que mejorase.
Altuve empezó a enfocarse más en nutrición, videos, velocidad. En resumen, se convirtió en alguien implacable a la hora de prepararse y llegar al plato con un plan disciplinado de ataque. Fue entonces cuando aquel muy buen pelotero se convirtió en uno grandioso.
En cuatro temporadas desde entonces, ha bateado .334 y ha promediado 211 hits por temporada. A medida que los Astros lo rodearon de jugadores talentosos y se convirtieron en un mejor equipo, Altuve empezó a ser reconocido por lo bueno que era.
Cuando los reporteros lo rodean después de los juegos, dice las cosas de siempre sobre que lo que importa es el equipo, etc. Pero si hablas con él en solitario y lo presionas, te dirá que también quiere que lo reconozcan por sus logros individuales. Ha trabajado muy duro y ha recorrido demasiado para sentirse de otra manera.
Eso es lo que significan el premio de JMV y la Serie Mundial. Y al fin y al cabo, eso es lo que para él significa este contrato.
Altuve ganará US$6 millones y US$6.5 millones las próximas dos temporadas, lo que básicamente redefine el término "contrato favorable para el equipo". En conversaciones previas, Boras había dicho lo siguiente: "José será agente libre a los 29 años. Estará bien".
Esta temporada muerta nos ha recordado que los equipos cada vez son más cautelosos a la hora de dar grandes pactos a jugadores de cierta edad. Los inteligentes llegan a acuerdos antes de que sus integrantes se convierten en agentes libres, como un intento de maximizar sus mejores años.
Este contrato es bueno para Altuve, y es muy bueno para los Astros. Esta ciudad ha tenido varios meses de celebraciones gracias a este equipo tan entretenido. El acuerdo es otro motivo para celebrar. Esta vez, quizás las únicas personas más felices que José Altuve sean todos esos aficionados que pueden verlo jugar por los Astros de Houston, ahora y también en el futuro.