LOS ANGELES -- En ayudar a darle su primer título de Serie Mundial a los Astros, una franquicia que comenzó en 1962, A.J. Hinch demostró ser el dirigente perfecto para el roster y la gerencia de este conjunto.
"Tremendo trabajo", señaló el gerente general Jeff Luhnow mientras su club celebraba la victoria 5-1 en el Juego 7 del Clásico de Otoño. "Tenemos una excelente colaboración entre los directivos y el grupo de coaches. No cabe duda de que movió las fichas correctas".
En el Juego 3, Hinch permitió que Brad Peacock tirara 3 2/3 entradas de relevo y el derecho consiguió el rescate. En el Juego 7, el capataz acudió a su bullpen en el tercer episodio y al final contó con Charlie Morton, quien tiró los últimos cuatro capítulos para apuntarse la victoria.
Aunque mucha de la atención estuvo sobre el departamento de análisis de estadísticas, Hinch demostró su talla en varias ocasiones con la manera en que manejó su grupo de relevistas, además de continuar con George Springer -- el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial -- como primer bate después de un difícil Juego 1.
"La gente no se da cuenta de que este equipo se trata más que de los números", dijo el coach de la banca puertorriqueño Alex Cora, quien tomará las riendas como piloto de los Medias Rojas. "En este juego, Charlie Morton salió en la sexta entrada y lo dejamos que tirara. Brad Peacock en el Juego 3, lo dejamos que tirara. La gente no se fija que eso ocurrió sólo observando y teniendo fe. Y A.J. Hinch hizo un excelente trabajo con eso".
El valor de Hinch en Houston es más allá de su capacidad de tomar decisiones durante un partido. También tiene capacidades de líder, motivador y comunicador.
"Los jugadores hacen que todo se ponga en marcha", explicó Hinch. "Y como su manager, mi trabajo es aprovechar al máximo sus talentos. Mi trabajo es motivarlos cuando lo necesiten, darles un abrazo cuando lo necesiten, siempre tener fe en ellos y establecer una cultura en la que crean en sí mismos y que la prioridad sea ganar".
Luhnow destacó el liderazgo de Hinch durante la Serie de Campeonato de la Liga Americana contra los Yankees, cuando los Astros perdieron tres juegos seguidos en la ruta y regresaron al Minute Maid Park al borde de la eliminación, sólo para reponerse y conseguir triunfos consecutivos y llegar al Clásico de Otoño por segunda vez en la historia de la franquicia.
"Después de aquellos tres partidos en Nueva York, muchos pensaron que se acababa el mundo", dijo Luhnow. "Pero A.J. tenía bastante confianza, sabía que Verlander ganaría el Juego 6 y cualquier cosa podía pasar en el Juego 7. Teníamos lanzadores muy buenos, estábamos en casa y todo salió bien".
Lo mismo ocurrió en la Serie Mundial. Hinch no entró en pánico después de que los Dodgers obligaron el Juego 7.
"Incluso después de que perdimos esa noche, nos sentíamos optimistas para este juego", declaró Luhnow. "Porque nuestro bullpen tenía descanso, podíamos contar con varios muchachos. Ni siquiera tuvimos que emplear a todos los que estaban disponibles. Tomamos las decisiones correctas en este partido".
Dentro del clubhouse de Houston, Hinch es venerado.
"Todo este equipo atravesaría un muro por él", dijo el antesalista Alex Bregman. "Nos sabe motivar, tiene fe en todos nosotros y fue un gran manager durante la temporada y durante este juego".