Los Cardenales tuvieron un 2017 fuera del libreto

4 de octubre de 2017
Orlando Ramirez/AP

SAN LUIS - Mucho estuvo fuera del guion para los Cardenales en esta campaña, incluyendo el final que dejó a San Luis en el tercer lugar, la peor posición del equipo desde el 2008.
Pero el camino desde la victoria del día inaugural ante los campeones defensores, hasta el agrío final de la temporada en casa, estuvo cargado de intriga. Los Cardenales se mantuvieron en la carrera por un puesto a la postemporada hasta los últimos días de la ronda regular y destacaron su campaña son sorpresivas revelaciones y regresos impactantes.
Aquí un vistazo a los mejores momentos del año para los Cardenales:
Después de estar buscando por años un puesto en la organización, mientras luchaba con varias lesiones, Tommy Pham se colocó como una pieza importante en el futuro del equipo, en Grandes Ligas. Él forzó su camino hasta convertirse en un jugador de todos los días y en el primer jugador de los Cardenales, desde 1900, en terminar la temporada con al menos 20 jonrones, 20 dobles, 20 bases robadas y un promedio al bate de .300.
"No puedo estar más feliz por él, porque he visto que todo el esfuerzo y trabajo me ha realizado para llegar a este punto. Él se mantuvo luchando y batallando en ligas menores", dijo Matt Carpenter de Pham. "Espero que esto que hemos visto este año de Pham sea algo que podamos ver más en el futuro".
Los Cardenales disfrutaron a plenitud y vivieron el impacto de muchos jugadores de comenzaron la temporada en ligas menores y luego subieron a las mayores. La sucursal triple A, de Memphis, aportó a esa lista de producción, supliendo a los Cardenales con jugadores casi que todas las veces que ellos lo necesitaron.
Pham y fueron los más sobresalientes, ya que ambos ocuparon roles de juego diario durante la mayor parte de la campaña, ocupando el segundo y tercer puesto de la alineación. DeJong lideró al equipo en jonrones, con 25, mientras que Pham lideró a los Cardenales en diferentes categorías. Otros jugadores de posición en ascenso que dejaron una buena impresión son: , y .
De lado de los lanzadores, los Cardenales contaron con (7-2, con 3.99 de efectividad) en la rotación, durante los dos últimos meses de la temporada, y reforzaron su bullpen con la llegada de (2.44 de efectividad) y (3.14 de efectividad). En total, los Cardenales tuvieron a 11 jugadores que hicieron su debut este año en Grandes Ligas.
Cuando se trata de momento memorables, hay que trasladarse al "Rally Cat", del 9 de agosto. En un intenso juego cerrado contra los Reales, un gato corrió a través del outfield, en el sexto inning, e hizo que el juego se detuviera mientras era acorralado por miembros de mantenimiento del estadio.
Su legado quedó sellado ahí, cuando conectó un grand slam.
Los Cardenales terminaron ganando ese juego, una de ocho victorias corridas que registraron en ese momento, que fue el mejor que vivieron en la temporada. Para el final de la racha, los Cardenales estuvieron empatados en el primer lugar de la División Central de la Liga Nacional.
Aunque los Cardenales registraron su décima temporada corrida con récord positivo, ellos se encontraron en problemas todo el año tratando de cubrir sus deficiencias. Eso comenzó en el bullpen, que nunca se compuso al y fallar en sus roles de preparadores en los ínnings finales. Oh estuvo fuera de su posición de cerrador para mediados de la temporada.
El lineup sufrió muchos cambios, especialmente en el tope. Carpenter reemplazó a como primer bate. Aledmys Díaz, quien abrió la temporada en el segundo puesto de la alineación, pasó la segunda mitad de la campaña en ligas menores. , un favorito para comenzar la temporada como cuarto bate, también estuvo en triple A. Los Cardenales despidieron al tercera base del día inaugural, , en junio.
Al elegir participar en el primer juego de MLB en el Little League Classic, los Cardenales escaparon de la rutina de la temporada para pasar un domingo de agosto, en Wiiliamsport, Pa. Fue un viaje tipo tour, uno que marcó la visita de los Cardenales a la Serie Mundial de Pequeñas Ligas. Ahí, ellos pasaron tiempo sentados junto a los participantes, sirviendo conos de helados y dándole consejos a esos pequeños que esperan llegar a Grandes Ligas.
Ellos coronaron su viaje con un juego de noche en el Historic Bowman Field, que estuvo a su máxima capacidad (2.596), con jóvenes jugadores y sus familiares.