Los Gigantes y Dodgers reanudan hostilidades con mucho en juego

19 de septiembre de 2016

LOS ÁNGELES - A partir del lunes, los Dodgers de Los Ángeles y los Gigantes de San Francisco disputarán una serie de tres juegos en el Chávez Ravine que podría resultar decisiva para ambos equipos.
No sería la primera vez que uno de esos clubes trata de frustrar las aspiraciones de playoffs del otro.
La rivalidad Dodgers-Gigantes, una de las más feroces del deporte norteamericano, comenzó a finales del siglo 19, cuando ambos equipos estaban ubicados en el área de Nueva York, y ha cobrado intensidad desde que los dos clubes se trasladaron a sus respectivas sedes en el estado de California previo a la campaña de 1958.
Los equipos tienen un largo historial de eliminarse uno al otro de la contienda por la postemporada. En 1951, los Dodgers y los Gigantes terminaron la campaña regular con marcas idénticas, por lo que disputaron una serie de tres juegos para definir el campeón de la Liga Nacional (la era divisional fue a partir de 1969). Luego de dividir los primeros dos compromisos, los Gigantes se impusieron en el juego decisivo con un jonrón de Bobby Thompson para avanzar a la Serie Mundial.
En 1959, los Dodgers eliminaron a los Gigantes al barrerlos en la recta final. Y en 1962, se repitió la historia de 1951: los dos equipos volvieron a terminar la temporada regular empatados y los Gigantes prevalecieron en una serie de desempate de tres juegos.
En 1982, los Gigantes eliminaron a los Dodgers en el último día de la campaña gracias a un dramático jonrón del Salón de la Fama Joe Morgan, permitiendo que los Bravos se coronaran en la División Oeste de la Nacional. En 1993, los Gigantes ganaron 103 juegos, pero fueron eliminados al sufrir una paliza por 12-1 a manos de los Dodgers en la última fecha de la temporada. El abridor de los Gigantes, el dominicano Salomón Torres, duró apenas 3.1 innings en dicho partido, mientras que el receptor de Los Ángeles, el Salón de la Fama Mike Piazza (quien sería el Novato del Año en la Nacional esa temporada), conectó par de jonrones
En el 2004, en el penúltimo juego de la temporada, un grand slam de Steve Finley le dio a los Dodgers una victoria por 7-3 sobre los Gigantes y con ella, el título divisional. San Francisco ganó el siguiente partido, pero quedó eliminado automáticamente del Comodín de la Nacional al ganar los Astros de Houston.
Y hay más tela de dónde cortar.
Ahora mismo, a los Gigantes se les acaba el tiempo para ganar terreno. Aunque los dos equipos terminarán la campaña regular con una serie de tres juegos en el AT&T Park de San Francisco, los Dodgers llegaron al lunes como punteros de la división, con una ventaja de 5.0 juegos. De su parte, los Gigantes ocupan el segundo Comodín del Viejo Circuito, pero su posición es precaria, ya que su ventaja es de apenas un juego.
En otras palabras, esta semana los pupilos de Dave Roberts podrían propinarle un golpe fulminante a la tropa de Bruce Bochy. Los Dodgers enviarán a su as, el zurdo , para el primer luego de la serie. Los Gigantes también tendrán en la lomita a su as, .
En lo que va de la temporada, los Gigantes llevan la ventaja en la serie particular entre los dos equipos, siete juegos a seis.
Los Dodgers buscan su cuarto título divisional en forma consecutiva, mientras que los Gigantes han ganado la Serie Mundial en los últimos tres años par y pretenden seguir con ese patrón.
Con la excepción del 2011, cuando los Diamondbacks de Arizona conquistaron el título del Oeste de la Nacional, a partir del 2008 dicha división no ha producido otro campeón que no hayan sido los Dodgers o los Gigantes.
En esta ocasión, ¿quién será el verdugo?