Los Rojas Alou siguen dejando huella en los Leones del Escogido

4 de febrero de 2016

SANTO DOMINGO -- Según las palabras de Moisés Alou, "es un sinónimo Escogido-Alou" debido al impacto de la familia Rojas Alou en los éxitos de los Leones en la Liga Dominicana. 
Efectivamente, desde hace 35 años, ninguna corona conquistada por los "escarlatas" ha sido sin el apellido Rojas-Alou dejando huella como manager o gerente general. 
Desde el 2009-10, el gerente general Moisés Alou ha guiado a los Leones a cuatro títulos en R.D. y dos coronas de la Serie del Caribe. Su padre Felipe fue campeón como manager del equipo en 1981, 1982, 1990 y 1992, además de llevarse el título del Clásico Caribeño luego del tercero de sus cetros conseguidos frente al club. Y en el 2015-16, el Escogido pudo llevarse los honores en la Liga Dominicana no sólo con Moisés como GG, sino también con su hermano Luis Rojas como dirigente del equipo.
"Me da muchísima satisfacción", dijo Moisés al tocar el tema de los éxitos del Escogido bajo su mando y la manera en que ha revivido la tradición ganadora de los Leones con la etiqueta Rojas Alou. "Le doy muchísimas gracias a Dios por darme la bendición de poder triunfar aquí con el Escogido.
"La verdad es que nuestra familia Alou y el Escogido se identifican como lo mismo". 
Moisés, cuyo padre Felipe fue exaltado al Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe el miércoles, cuenta que como jugador joven prefirió vestir el uniforme de las Aguilas Cibaeñas en la Liga Dominicana principalmente porque "no quería estar bajo la sombra de mi papá".  
Luego de una fructífera carrera en Grandes Ligas que lo llevó a batear .303 de por vida y conectar 332 jonrones a lo largo de 17 temporadas, Moisés decidió encargarse de la gerencia un equipo del Escogido que no ganaba un título de la Liga Dominicana en 18 años. Ahora, en el marco de la 58 Serie del Caribe que disputan los Leones en su hogar, el Estadio Quisqueya Juan Marichal, Alou se tomó un tiempo para reflexionar sobre su labor como gerente general.
"Venir y poder lograr lo que hemos hecho es una bendición", expresó. "Lo he disfrutado muchísimo. Me está tomando mucho tiempo ahora, especialmente ahora que estoy trabajando con el equipo de San Diego (como asistente especial en desarrollo de jugadores)en Grandes Ligas. 
"Pero es algo que yo disfruto. Lo que más disfruto es ver la satisfacción de la fanaticada cuando uno gana, el reto que es, lo duro que es. Pero cuando uno puede triunfar, de verdad me siento contento". 
El 2015-16 representó un reto distinto para los Rojas Alou, ya que Moisés había nombrado a su hermano Luis como manager la temporada anterior y aún esperaba los primeros éxitos del equipo bajo el mando del mismo. Después de una campaña regular de 25-25 y una semifinal round robin de 10-9 que le valió un segundo lugar y un cupo en la final, los Leones dispararon los pronósticos al derrotar en cinco de seis juegos a su eternos rivales, los Tigres del Licey, para proclamarse campeones. 
"Yo diría que aparte del bicampeonato (2012 y 2013, después de la primera corona en el 2010), (he disfrutado) este (título) más que todos", comentó Alou. "Este año lo hicimos con menos talento y con más trabajo. Tuvimos que trabajar el año entero y aparte de eso, tuvimos la bendición de que por primera vez tuvimos buenos refuerzos que se echaron el equipo al hombro y con ellos hubo una buena química con los jugadores dominicanos". 
Más satisfacción vino al contar con Rojas como parte íntegra del triunfo.
"Se fajó como un hombre ante las críticas, los fanáticos y la prensa, que querían que lo botara y que decían que yo lo tenía ahí porque era mi hermano", recordó Alou. "A pesar de todas las críticas, demostró ser un buen dirigente. Y no sólo eso, sino también se hizo un gran líder dentro de un equipo lleno de veteranos. De verdad se creció y se convirtió en un líder en ese clubhouse".