DETROIT - Si existe un mercado de cambio para el relevista venezolano Francisco Rodríguez en este receso de temporada después de que los Tigres ejercieron la opción de su contrato, éste podría ser el momento. Pero un potencial canje todavía luce muy lejano.
Los tres taponeros más cotizados en la agencia libre ya no están disponibles ahora que el curazoleño Kenley Jansen regresa a los Dodgers, el cubano Aroldis Chapman a los Yankees y Mark Melancon se dirige a San Francisco. Los equipos que buscan reforzar sus bullpens han puesto la mira en cerradores de otros clubes, con el apagafuegos de los Medias Blancas, David Robertson, encabezando la lista y el dominicano de Tampa Bay, Alexander Colomé generando interés según algunos informes.
Robertson y Colomé se encuentran en polos opuestos en lo que sus situaciones contractuales se refieren - a Robertson le quedan dos años y US$25 millones en su pacto que firmó con los Medias Blancas hace par de años, mientras que Colomé todavía no es elegible para el arbitraje salarial después de tener una temporada de 37 salvamentos por los Rays.
En medio de ambos se encuentra Rodríguez, quien devengará un sueldo de US$6 millones en la última campaña de su contrato con los Felinos. Según los estándares de la industria, el venezolano es una ganga; aun cuando los Tigres pretenden reducir su nómina por debajo de los US$195 millones para evitar pagar el impuesto de lujo el próximo año, deshacerse del salario del relevista veterano no es el método idóneo para hacerlo.
"Francamente, hasta ahora no lo hemos tenido disponible para un canje", aclaró el gerente general de los Tigres, Al Ávila, durante las pasadas Reuniones Invernales. "Ejercimos su opción por varios motivos. Una es que deseamos ser competitivos. Todavía queremos tratar de ganar, conscientes de que no intentaremos adquirir a grandes nombres en el mercado de agentes libres. Entonces, en él obtuvimos a un relevista a bajo costo que salvó muchos juegos para nosotros el año pasado. Fue uno de los mejores relevistas en nuestro club".
Rodríguez cumplirá los 35 años de edad en enero. En la mayoría de las temporadas pasadas, la edad del venezolano no sería un problema según los estándares, no cuando muchos taponeros hicieron un gran trabajo después de los 30 años. Pero basándonos en los estándares de los cerradores disponibles en esta temporada muerta, el venezolano sí está por encima de la media.
Siendo más concisos, la velocidad de Rodríguez preocupa más que su edad. Lejos de ser aquel taponero que dominaba con su recta, el derecho depende mucho de su cambio de velocidad, a diferencia de la mayoría de los cerradores disponibles este invierno. Dicho lo anterior, la trayectoria de Rodríguez demuestra una consistencia que requiere de menos proyección que la de, por decir, Colomé, quien tuvo una dominante campaña en el 2016 pero quien antes de eso no poseía experiencia alguna como cerrador.
Debido a su vasta experiencia, Rodríguez también se convierte en un mentor para los lanzadores jóvenes. No es una coincidencia que el venezolano Bruce Rondón se recuperó de un turbulento 2015 para registrar una sólida segunda mitad de temporada con Rodríguez en el mismo bullpen. Otros relevistas de los Tigres han reconocido que los consejos de Rodríguez han sido de gran ayuda durante sus primeras campañas completas en Grandes Ligas.
"Hizo un gran trabajo con nuestros lanzadores jóvenes", reconoció Ávila. "Y en camino tenemos a otros lanzadores jóvenes como [Joe] Jiménez, y [Adam] Ravenelle, sin mencionar a los muchachos que ya están en el equipo.
"Muchas veces todo eso que se dice de los veteranos y sus orientaciones son inventos. Pero esto fue auténtico. Este muchacho se tomó el tiempo para aconsejar a nuestros jóvenes. Y recibimos esa información de cuando él lanzaba en Milwaukee; nosotros mismos lo comprobamos".
Por esa razón, los Tigres no tendrían ningún problema en mantener al Kid en su bullpen el próximo año.