HOUSTON -- Cuando se habla de la combinación del doble-play más productiva de las Grandes Ligas, el puertorriqueño Carlos Correa y el venezolano José Altuve son los primeros nombres que surgen-y con mucha razón.
Sin embargo, del otro lado del Minute Maid Park este fin de semana, los Yankees presentan un cuadro bastante admirable, sobre todo tomando en cuenta cómo las lesiones han afectado el tiempo de juego desde ambos lados de la segunda almohadilla.
Con el curazoleño Didi Gregorius en el campo corto y el dominicano Starlin Castro en la intermedia, Nueva York cuenta con dos bateadores por encima del promedio para el medio del cuadro. Y cuando ha habido ausencias, primero de Gregorius debido a una lesión en el hombro derecho al principio de la temporada y ahora Castro con un tirón en la corva derecha, el venezolano Ronald Torreyes ha producido de manera admirable en calidad de sustituto.
"Creo que los nuestros han hecho un tremendo trabajo", dijo el manager Joe Girardi sobre el trío que ha cubierto el medio del cuadro este año en los Yankees. "Estuvimos sin Didi por un mes y Torreyes dio la cara. Starlin también ha tenido muy buen año. Es desafortunado que él esté en la lista de incapacitados, pero estamos bien complacidos con ellos". 
Los números hablan por sí mismos. En 56 partidos, Gregorius está teniendo una sólida campaña con el madero al poner línea ofensiva de .314/.335/.496, con 10 jonrones y 36 empujadas. 
Dicha producción viene después de un 2016 en el que el curazoleño conectó 20 jonrones, la primera vez en su carrera que alcanzó cifras dobles en batazos largos. El despegue de Gregorius en Nueva York ha venido luego de varios años con los Diamondbacks en los que el torpedero no logró alcanzar su potencial-y tampoco llegó a jugar más de 103 partidos en una temporada.
"Pienso que se trata de más oportunidades para jugar", dijo Gregorius al tratar de explicar el aumento en su rendimiento desde que llegó a los Yankees en el 2015. "Me dieron el chance para jugar todos los días. Es la única diferencia de cuando yo estaba allá. Aquí estoy, bien, (tratando de) poner buenos números.
"Me siento bien aquí con el equipo", continuó el caribeño, quien habla un buen español con fuerte acento dominicano. 
Como sucesor de Derek Jeter en el campo corto del Yankee Stadium, el escenario no le ha quedado grande.
"Simplemente me considero el que vino después de él, a hacer el trabajo y no pensar en nada más", comentó al respecto. "A jugar el juego".  
De su parte, Castro está teniendo una campaña de calidad a la que todos se han acostumbrado. El segunda base, quien se lastimó el 26 de junio, lleva .313/.348/.486 con 12 vuelacercas y 45 impulsadas. 
CARTA BAJO LA MANGA PARA GIRARDI
Cuando ha tocado un sustituto para las paradas cortas y la segunda base, Torreyes ha sido el hombre indicado. De hecho, fue quien dio el primer jonrón de la temporada para los Yankees en abril y, debido a su personalidad y su discreta estatura, ha estado en medio de momentos leves, como las celebraciones entre él y el gigantesco Aaron Judge. 
Pero más allá de eso, Torreyes le ha salvado el pellejo a Girardi. Jugando una defensa más que aceptable primero en el campo corto y luego en la intermedia, el venezolano ha bateado .289 con OPS de .700 en 53 partidos.
"Me he sentido contento, porque he hecho el trabajo y he estado haciendo las pequeñas cosas", comentó Torreyes. "Y bueno, vamos a seguir trabajando para cuando me den la oportunidad". 
Mientras haya necesidad, Girardi lo seguirá utilizando. Eso está claro desde el principio de la campaña.
"Siento que él ha tenido esa confianza en mí y me ha dado la oportunidad", dijo Torreyes. "Sé que él se siente contento por el trabajo que he estado haciendo".