Globe iconLogin iconRecap iconSearch iconTickets icon

Manuel Bañuelos se lució en su debut con los Bravos de Atlanta

ATLANTA - Ante el reto de hacer su debut de Grandes Ligas contra Max Scherzer en el Turner Field, Manuel Bañuelos no tuvo problemas a la hora de mantener la calma y demostrar por qué en un momento fue uno de los mejores prospectos del pitcheo en el béisbol.

Todo iba mejor de lo que hubiera esperado el zurdo mexicano. Pero en el proceso de realizar un impresionante debut que ayudó a los Bravos a derrotar a los Nacionales, el joven de 24 años tuvo que abandonar su salida en el sexto inning debido a calambres en la pantorrilla izquierda y en los dedos.

"Se midió con uno de los mejores lanzadores del juego y lo igualó pitcheo por pitcheo", dijo el manager de Atlanta, el cubano Fredi González. "Es una lástima que haya tenido que salir por un calambre".

Se vio claramente que algo andaba mal con Bañuelos que el serpentinero les dio bolazos a Denard Span y Danny Espinosa con dos outs en la sexta entrada. Antes de eso, el novato había retirado a 13 bateadores en forma consecutiva, demostrando un impresionante comando tanto de su recta como su cambio de velocidad.

Luego de ser examinado por el entrenador físico de los Bravos, Jim Lovell, Bañuelos abandonó el juego ante una merecida ovación de pie de parte de los fanáticos en el Turner Field.

En total, Bañuelos tiró 5.2 ceros y salió del partido con una ventaja de 1-0 sobre Washington y Scherzer, calificado por algunas personas como el mejor lanzador del planeta ahora mismo.

"Estaba emocionado", dijo Bañuelos. "Hubo muchas emociones. Traté de no pensar demasiado ni ponerme nervioso, sino hacer mi trabajo nada más".

Cuando Bañuelos haga su próxima salida programada para el martes en Milwaukee, tratará de evitar la deshidratación y los calambres que lo afectaron al final de su presentación del jueves en Atlanta, y durante otra apertura reciente por Triple-A Gwinnett. Y más importante, espera que su cambio sea tan eficaz como lo fue contra los Nacionales.

Bañuelos era un pitcher de poder cuando era un prospecto de lujo en la organización de los Yankees. Pero desde que volvió de una cirugía Tommy John en el 2012, ha confrontado varios obstáculos-incluyendo el reto de reinventarse como lanzador. Ahora, en vez de superar a los bateadores a base de puro fuego, el mexicano depende de una recta que alcanza las 92, 93 millas por hora combinada con un cambio y una curva. Ese último lanzamiento se vio algo inconsistente ante los Nacionales.

"Creo que él tuvo muy buen cambio y lo utilizó contra todos nuestros bateadores", dijo Scherzer. "Me parece que fue eso que lo hizo tan eficaz".

A la vez que el cambio fue el mejor pitcheo de Bañuelos el jueves, el zurdo sí enseñó el potencial de la curva al provocar dos swings torpes y en blanco de parte de Bryce Harper. Fue una de dos veces que Bañuelos ponchó a Harper.

"He esperado este momento durante años y años", dijo Bañuelos. "Me lesioné y todo eso, pero le doy gracias a Dios por haber llegado".