Maldonado, pieza fundemantal de Astros

10 de octubre de 2021

CHICAGO – Los Astros tenía tan buen concepto del puertorriqueño Martín Maldonado que lo adquirieron en la fecha límite de cambios en dos años consecutivos. Finalmente, Houston lo firmó por dos años después de la temporada del 2019.

El impacto que ha tenido Maldonado en los Astros es claro. Se puede evidenciar al hablar con sus compañeros de equipo – en especial con el staff de pitcheo, que ha aprendido a respetar al receptor que llaman “Machete”, debido a su potente brazo. Desde el comienzo del 2020, ningún cátcher en las Mayores ha cubierto el plato en más de los 185 juegos o 1,526.2 tramos que ha sumado el boricua, incluyendo la postemporada.

Aunque sólo bateó .172 en esta campaña, Maldonado fue una presencia fija en la alineación de los Astros y ha sido crucial en el éxito de su compatriota Carlos Correa, Kyle Tucker, el venezolano José Altuve y el cubano Yuli Gurriel.

“Bueno, si tuviera que votar por el Jugador Más Valioso de nuestro equipo, desde mi punto de vista del pitcheo, obviamente Carlos recibe el mayor reconocimiento, pero para mí Martín Maldonado es invaluable”, dijo el coach de lanzadores Brent Strom. “Creo que está el factor de la confianza. Siempre tiene listas sus anotaciones, trabaja con nuestros analistas en la selección de pitcheos con cada uno de los chicos”.

La preparación de Maldonado es tan meticulosa y detallada que Correa – el estelar campocorto nombrado JMV del club este año -- siempre pide que su habitación en el hotel sea la de al lado del receptor, para poder hablar del juego con él.

“Es un chico con mucha inteligencia de béisbol”, señaló Correa.

De hecho, cuando los Astros estaban en Los Ángeles preparándose para medirse a los Atléticos en la Serie Divisional de la Liga Americana del año pasado, Correa fue al cuarto de Maldonado, en donde el receptor estaba trabajando con los reportes de scouting, desde el momento en que Houston venció a Minnesota en la Serie del Comodín. Oakland había dominado a los Astros en la temporada regular y habían ganado la división, pero la confianza de Maldonado estaba por lo cielos.

“Pasó tres días y al menos cuatro horas por jornada en la computadora, haciendo el reporte de scouting. Al final decía: ‘No nos van a vencer en esta ocasión. Tengo el reporte. Los vamos a derrotar’”, recordó Correa. “Le pregunté: ‘¿Estás seguro? La bola vuela en ese parque’, me dijo que sí, que ahora tenía el reporte. Fuimos y efectivamente ganamos la serie en cuatro encuentros. Esas son las cosas que no salen en el boxscore”.

“Ya sea en un cuarto en un hotel o en un vuelo nocturno hacia otra ciudad, el boricua devora la información. Es uno de los mejores receptores pidiendo pitcheos, según mencionan sus lanzadores, y además es sólido detrás del plato. Retiró a 19 de los 48 jugadores que le salieron al robo; la mayor cantidad en la Americana en el 2021.

“Es mi trabajo”, dijo Maldonado. “Siempre lo tengo claro. Para mí no se trata de batear .300 o .200. Nunca he dado 20 jonrones en las Mayores. De alguna manera, me gano el dinero. Diría que eso es parte de lo que conlleva ser receptor. Es parte de la mentalidad de querer estar preparado. Tengo una familia y tres niños. A veces abro la computadora en el avión para que cuando llegue a casa, pueda tener tiempo con ello”.

El trabajo del puertorriqueño detrás del plato fue lo que primero le llamó la atención a Lance McCullers Jr. en el 2017, cuando Maldonado estaba con los Angelinos. El monticular le decía continuamente al manager A.J. Hinch que lo adquirieran. Eso hicieron, dos veces.

“No se va a ver en las estadísticas”, mencionó McCullers. “No va a salir detrás de una tarjeta de béisbol. No hay números que muestren lo valioso que es, pero es el pegamento de este equipo. Es uno de los principales líderes en el clubhouse y su preparación no tiene comparación. Puedes palpar sus ganas de ganar, eso es lo que siento cuando estoy en la loma. Saca lo mejor de mí”.

Ese tipo de comentarios lo hacen trabajar aun más fuerte, dice Maldonado. Sabe que sus lanzadores confían en él, así que debe estar bien preparado para pedirle los pitcheos.

Con esa mentalidad, es probable que no sorprenda que Maldonado, de 35 años, apunte a ser manager en las Mayores una vez cuelgue los ganchos.

“Ya veremos”, dijo. “Tengo otras metas ahora. Quiero ganar primero una Serie Mundial”.