WASHINGTON -- No es normal que haya un exceso de intriga por una simple práctica antes de que un equipo de béisbol dé inicio a su temporada regular. Corrido de bases. Fildeo. Bateo. Bostezo.

En el caso de los Nacionales de Washington, valió la pena ver el "entrenamiento de equipo completo" en su estadio bajo el cielo azul de Washington la tarde del lunes, porque difícilmente se le puede considerar un equipo completo. Un brote de coronavirus ha dejado fuera a 11 peloteros - cuatro de los cuales dieron positivo a COVID-19 - y ha postergado el primer juego de los Nacionales hasta el martes.

"Un poco ansioso por empezar la campaña", dijo Max Scherzer, quien está programado para enfrentar el martes a los Bravos de Atlanta.

Los Nacionales no han anunciado quiénes están en confinamiento debido a los resultados de las pruebas diagnósticas o cuáles son los otros siete peloteros en cuarentena debido a una posible exposición al virus por rastreo de contactos.

Cuestionado sobre la posibilidad de que su orden al bate para el primer juego de 2021 pueda contar con cinco peloteros que no se anticipaba que fueran parte de la plantilla del Día Inaugural, el manager Dave Martínez respondió: "Es posible. Haremos que funcione".

Así que fue importante ver quienes hicieron estiramiento en el delicado campo, guardando la distancia social y con sus respectivas mascarillas. Entre los 26 jugadores que se presentaron estaba Scherzer, quien debía iniciar el partido el jueves pasado, antes de que se suspendiera la serie de tres juegos ante los Mets de Nueva York.

Ante la mirada de Martínez, el gerente general Mike Rizzo y Mark Lerner, entre los participantes en el entrenamiento se incluían el campeón de bateo de la Liga Nacional Juan Soto, y sus compatriotas dominicanos Víctor Robles y el antesalista Starlin Castro.

Entre los que no estuvieron en el campo durante el periodo abierto a la prensa: el torpedero Trea Turner, el inicialista Josh Bell, el segunda base Josh Harrison, y los receptores Yan Gomes y Alex Ávila.