Globe iconLogin iconRecap iconSearch iconTickets icon

Miguel Cabrera se reintegra a la lucha por el título de bateo en la L.A.

TORONTO - El venezolano Miguel Cabrera se unió oficialmente a la lucha por el título de bateo de la Liga Americana el sábado en la derrota de los Tigres por 15-1 ante los Azulejos. En el proceso se convirtió, de manera inusual, en el líder de bateo al irse en blanco en cuatro turnos.

El domingo, Cabrera se fue de 3-0 con una carrera producida y una base por bolas recibida, llegando a 404 presentaciones en el plato en la temporada en el juego número 130 de los Tigres. Eso es un promedio de 3.1 turnos por juego, el mínimo necesario para ser calificado en las estadísticas del promedio de bateo y porcentaje de embasarse. El cañonero venezolano se perdió seis semanas por una tensión en su pantorrilla izquierda.

Incluso con otra actuación sin hits, Cabrera batea para .358 en la campaña. El otro mejor promedio de bateo en las Mayores hasta el domingo es Dee Gordon con .333, y en la Liga Americana es Michael Brantley con .325. Salvo un mal mes de septiembre o alguna lesión, Miguel se convertirá en el noveno jugador en la historia de las Mayores en ganar cuatro títulos de bateo en un período de cinco años. Ganó tres seguidos del 2011 al 2013 antes de caer a .313 en la temporada pasada.

Tony Gwynn y Wade Boggs ganaron cada uno cuatro títulos de bateo seguidos -Gwynn en 1994-97 y Boggs 1985-88. También lo hizo Honus Wagner (1906-09) y Nap Lajoie (1901-04). Ty Cobb ganó 11, mientras que cinco los consiguió de manera consecutiva (1911-15). Rogers Hornsby ganó seis en fila (1920-25). Stan Musial logró cuatro de cinco en 1948-52 y Rod Carew consiguió seis de siete en 1972-78, incluyendo cuatro al hilo.

Cobb, Boggs, Carew, Ted Williams y Harry Heilmann son los únicos en ganar cuatro títulos de bateo seguidos en la Americana.

Por su parte, Cabrera dijo el viernes que su prioridad no es ganar el título de bateo, o cualquier otro premio individual. Sin embargo, en una campaña en la que los Tigres han caído al último puesto de la división Central de la Americana con 10 juegos por debajo de los .500, sería el único título que los Tigres podrían alcanzar.